Como te conozí

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Ahí estaba yo, la segunda semana de colegio en una clase de matemáticas a primera hora pensando en cómo hacer un problema de potencias.
-¿Jana? ¡Jana! Ya ha terminado la clase. Me dijo mi mejor amiga Kate.
-Voy, espera un momento que recogo mis cosas.
-Venga rápido que ya sabes que tenemos un test de velocidad en educación física.
A mi no me gustan nada los test de educación física y menos los de velocidad, siempre me suspendian.
Salimos de la clase de matemáticas y nos dirigimos al cambiador después conforme las personas iban terminando de vestirse ivan al campo de fútbol, el campo de fútbol era muy grande como esos que salen en la tele, estaba al lado de dos pistas de baloncesto y una de fútbol sala, subiendo unas escaleras te encuentras el gym.
Estábamos haciendo el test, uno por uno, delante tenía a Kate y yo era la última, como siempre.
-¿Cómo crees que te saldrá el test de velocidad esta vez?
-Pues mal, como siempre.
-Porque no le pides al profesor que te de clases extra para mejorar.
-Vamos a ver Kate, si no tengo tiempo ni de lavarme los dientes, tu crees que voy a tener tiempo de clases extras.
-No se Jana, alomejor puedes buscarte un hueco.
-¡Kate, Deja de hablar con Jana y prepárate que ahora te toca a ti! Dijo el profesor enfadado.
Después de que el profesor nos regañara Kate salió corriendo hacia el cono amarillo que había al final del campo de fútbol.
-Muy bien Kate, has tardado 10.13 segundos, una de las mayores puntuaciones de la clase. Vale Jana ahora te toca a ti ponte en posición y cuando te de la señal corres todo lo rápido que puedas.
Me preparé y el profesor dio la señal, yo salí pitando esperando que mi nota subiera esta vez, a medio camino giré la cabeza para ver la cara que tenía el profesor para intentar deducir si lo estaba haciendo bien,
Pero sus ojos se posaron en un niño alto, moreno, con los ojos marrones y delgado, me pareció súper guapo. Cuando me quise dar cuenta me estampé contra el cono amarillo que había dejado el profesor, maldito cono, me dí la vuelta y corrí de vuelta, sus ojos se ivan todo el tiempo hacia ese chico ¿sería nuevo? De nuevo no ví lo que tenía delante y me choqué con el profesor, este negó con la cabeza y dijo:
-Está mejor que el último test, pero la nota sigue siendo muy baja Jana, has tardado 18:16.
Estaba triste por la nota pero había visto al angel en persona. Me dirigí hacia Kate y le dije:
-¿Quien es ese niño que acaba de venir Kate?
-Se llama Aron Ávila, viene de Madrid y es nuevo.
-Es guapísimo verdad.
-Bueeeeeeeno.
-Si, es súper guapo.
Estábamos hablando un poco de cómo me había salido el test hasta que nos tuvimos que ir a cambiar.
Mientras me cambiaba pensé en ese chico tan guapo, ¿Cómo se llamaba? A si, Aron Ávila.
Salimos del cambiador juntas y vimos que todos los chicos estaban hablando con Aron, como si se conocieran de siempre, ¿Cómo podían los chicos ser así de sociables? Bueno, dejé todas esas preguntas a un lado porque ahora me tocaba biología con Mis Iris, es la profesora más amargada y aburrida que he conocido.

Después de esa hora y media de clase con Mis Iris nos teníamos que ir ya a casa.
Estaba recogiendo mis cosas y despidiéndome de mi amiga por que ella se iva con sus padres a una competición de flamenco y yo me tenía que ir en autobús porque a mis padres no les daba tiempo de recogerme. Cuando se fueron los que se los llevaban los padres nos quedamos solo los que nos íbamos en autobús y derrepente lo vi, Aron, estaba solo, en su sitio, sentado, tan callado...
Fuí hasta el y empecé a hablarle.
-¡Holaa! Soy Jana, ¿eres nuevo no?
-Mucho gusto Jana, si soy nuevo vengo de Madrid. Me he mudado aquí porque a mis padres les ha salido un trabajo aquí.
-Ahh, ¿Y por qué entras tan tarde?
-Porque no encontrábamos colegio con plazas y aquí como había una plaza libre pues he aprovechado.
-Ahh...
Iva a decirle algo más pero vino un profesor a informarnos de que ya nos teníamos que ir al autobús, recogí mis cosas y salí de la clase hacia la salida donde estaban todos los autobuses estacionados, me subí a mi autobús y pensé en ese chico, Aron, mmm, podríamos llegar a ser muy buenos amigos.

Lo que nunca pudimos serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora