Las próximas semanas fueron un poco desastre, porque tenia muchos exámenes y además no encontraba ningún momento para hablar con Aron.
Era un miércoles por la mañana, no había desayunado porque estaba de los nervios, hoy si iba a hablar con Aron, estaba preparada y ya sabía lo que le iba a decir, así que no había nada de lo que preocuparse, o eso espero.
Llegé a clase y ví a Aron solo y decidí que ese era el mejor momento para hablar con el, me acerqué a el decidida pero entonces Alicia corrió hasta el, se plantó enfrente de el y empezó ha hablarle, yo me paré en seco, no sabía lo que hacer, no se cuanto tiempo estuve hay parada, mirándolos hasta que se me acercó la profesora y me dijo que me sentara. Kate se quedó mirándome y yo no tenía fuerzas ni te mirarla a la cara.
Llegó la hora de irse al recreo y yo todavía no había hablado con Aron, Alicia estaba todo el rato con el, no tenía ni el valor ni la vergüenza de ir a decirle a Alicia que yo quería hablar con Aron.
El patio se me pasó muy rápido, mis amigas estaban hablando de los niños nuevos que había en otras clases, en cambio, yo no paraba de mirar a Aron, que me estaba pasando, nunca antes había sentido lo que estoy sintiendo por Aron y no tengo ni idea de porque siento eso, intenté averiguarlo en lo que quedaba de tiempo de recreo, pero poco tiempo después tocó la sirena y nos tuvimos que ir todas a clase.
Antes de que me diera cuenta el día ya había terminado y no le había dirigido ni una misera palabra a Aron, hay que ver, ni una misera palabra.
Salí del cole con Kate y nos dirigimos hacía nuestras rutas, pero justo cuando me iba a subir en la mía, alguien me tocó el hombro, me dí la vuelta creyendo que había sido Kate, pero al hacerlo me encontré con Aron.
-Hola- Me dijo con una gran sonrisa en la cara
Me quedé parada con la boca abierta, estaba muy sorprendida, porque, porque me hablaba ahora. Iba a responderle cuando la monitora del autobús me gritó enfadada:
-¡Paloma, sube ahora mismo, que eres la última y nos tenemos que ir ya!
Le hice un gesto a Aron de disculpa y el se encogió de hombros y se fue a su autobús correspondiente.
Cuando me subí y me senté, empecé a pensar en que había sido muy tonta con el y que llevaba todo el día esperando a hablar con el y lo había arruinado, que rabia.
Cogí mi móvil y le escribí a Kate.
-Hola Kate, te tengo que contar una cosa muy importante, ¿y si quedamos en el parque de siempre y te lo digo?, respóndeme rápido.
Casi al segundo me llegó una notificación de ella diciéndome que si.
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Lo que nunca pudimos ser
RomanceDos personas un destino, Jana Miler una niña apasionada, divertida, celosa y tierna se cruza con Aron Ávila un niño llamativo, atractivo, obsesionado con el deporte y fuerte, como será su vida cuando empiece su relación, habrá alguien de por medio...