II

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Despierto nuevamente en mi cama "¿Tengo qué ir a la escuela?" la pregunta que me hacia a diario, no es que no me gustara ir simplemente prefería quedarme en casa, pero algo el día de hoy me movió. Esta vez no puse mucha resistencia al hecho de levantarme de mi cálida cama.

Estábamos en invierno, recién comenzando las clases después de las vacaciones de esta epoca, hacia frió pero aun con el cuerpo tembloroso me puse el uniforme que teníamos que usar para la preparatoria. Recién estaba en mi primer año comenzando el segundo semestre, tenía amigos y según ellos era una chica alegre... si supieran, creo que quedarían decepcionados al saber que...

- Hija, apresúrate o llegaras tarde - dijo mi madre al otro lado de la puerta

- Si mamá- me saco de mis pensamientos, solo termine de cepillar mi cabello que llegaba a mi cadera.

Llegue a mi salón de clases y a mi respectivo escritorio, escuche decir a mis amigas que hoy habría un chico transferido, el cual era todo un buen mozo, pero a la mayoría de mis compañeras cualquier chico les parecía guapo ¿qué podía esperar esta vez? No lo sabia, solo esperaba no darme a notar tanto con el chico o con los hombres en general, era mi objetivo de todo los días.

El maestro entro en el salón pidiendo que todos nos sentáramos en nuestros lugares.

- Buenos días, como es de esperarse que ya sepan, tendremos un nuevo alumno el día de hoy - le hizo señas al chico nuevo para que entrara- su nombre es Stefan, vamos preséntate.

Al salón entro un chico alto de alrededor de 180cm de altura, usaba un uniforme que le sentaba muy bien, como nuestro uniforme era estilo traje, podría llegar a decir que fue hecho a la medida

- Hola mi nombre completo es Stefan Lincer, mi padre es griego y mi madre era española, lamentablemente falleció hace 7 años, vivíamos en Grecia hasta hace 1 mes y nos mudamos por el trabajo de mi padre, espero llevarme bien con todos - mostró una gran sonrisa, una sincera, una de las que yo no podía dar.

- Muy bien, toma asiento al lado de...­-de detuvo un momento a pensar- al lado de Natalia. Ella es la delegada de la clase, también me gustaría que estés cerca de Stefan para que pueda acostumbrarse a las instalaciones y al país también.

Estando un poco impactada por la situación, me puse de pie para poder presentarme.

- ­mucho gusto- digo cuando estoy incorporada en mi lugar - mi nombre es Natalia Elric, soy de origen ingles pero llevo viviendo aquí prácticamente toda mi vida, espero que nos llevemos bien- sonreí para dar armonía al ambiente.

Note en su mirada que me obcervaba de forma extraña y después sonrío con astucia, como si encontrara algo nuevo con lo que distraerse de aquí en adelante, tanto su mirada como su sonrisa me causaron escalofríos que recorrieron mi columna en su totalidad "oye, ¿eso es posible?". Nunca he sentido algo igual.

- Vamos Stefan, toma asiento por favor

Mientras él se acercaba al asiento que estaba a mi lado derecho, yo me sentaba en mi lugar que era en la 3ra fila al lado de la ventana. Cuando yo estaba totalmente acomodada él paso muy cerca de mi y susurro "sonrisa falsa", fue un golpe bajo. Él, como si no hubiese pasado nada tomo su lugar con tranquilidad.

"¿Quién era el?" "¿Cómo lo supo?" "¿tiene algún pacto con un demonio?"

Fueron las preguntas que surcaron mi mente en el momento del shock, el cual me duro unos minutos, tenia que aparentar que no sabia de lo que estaba hablando, yo no sabía nada.

Llego la tan esperada hora del almuerzo, me disponía a salir al patio para poder comer, empezó a nevar y me apresure a salir, amaba ver caer esas pequeñeces blancas, desde que nos mudamos a Idaho amaba los días de invierno, por el frio y la nieve, además era un pueblo pequeño, no me gustaba tanto estar cerca de las personas.

Buscando una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora