capítulo 10 "La busqueda"

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Erick sintió como algo agarraba su hombro, el quedo paralizado del miedo y le daba terror voltear a ver quien o que era lo que estaba detrás de él.

Pero entonces la persona habló, Erick reconoció la voz de inmediato, así que volteó.

Erick: ¿¡Harry!?

Harry: ¿Estas bien? Te vi entrar corriendo.

Erick: Si... estoy perfectamente bien.

Harry: Pues no lo parece, con esa cara que pusiste parecía que habías visto un fantasma.

Erick se quedó pálido, no sabía como responder a eso y tenía miedo de que Harry supiera que estaba pasando en realidad. De solo pensar que la hermana de su amigo se había suicidado por su culpa lo hacía retorcerse en culpa y remordimiento.

Rápidamente volvió a recordar lo que estaba pasando, Erick le dijo a Harry que le ayudara a buscar a Emma, con el pretexto de que tenían una tarea grupal; paso un tiempo y las clases estaban por empezar y todavía no había rastro de Emma, cada segundo que pasaba era una tortura para Erick, "Esa cosa le hizo algo" "Ella está muerta", esos pensamientos lo volvían loco, cada vez más y más, pero luego, conveniente llegaron Andrés y Samanta, así que no dudo ni un segundo en preguntarles sobre su amiga.

Erick: Porfavor díganme que han visto a Emma.

Samanta: Lo lamento Erick, no la he visto en toda la mañana.

Andrés: yo tampoco la he visto, la llamé para preguntarle pero no contestó, solo me mando un mensaje y decía que esta enferma.

Erick: Revisa el número, Ahora.

Harry: Estas actuando muy paranoico hoy, ¿Seguro que estás bien?

Erick: ¡ESTOY PERFECTAMENTE BIEN!

Los tres se quedaron viendo a Erick algo confundidos, el nunca respondía de manera brusca a menos que algo le preocupara, Andrés reviso el número y efectivamente, era el número de Emma.

Andrés: Si es su número, ¿Para qué querías que verificara?

Samanta: ¿Acaso paso algo que no quieres contarnos?

Erick se quedó mirando a sus amigos, no sabía que decirles pero si sabia que debía ir a casa de Emma urgentemente, tenía que confirmar si ella estaba bien.

Erick: Si los profesores preguntan por mi, digan que también estoy enfermo.

Los chicos no tuvieron ni tiempo de reaccionar, ya que Erick salió corriendo hasta la salida, se dirigía a casa de Emma y en cuanto más avanzaba el temor de encontrarse con algo horrible en aquella casa crecía, no pudo evitar llorar un poco, tal vez para algunos sea una tontería, pero después de lo que el había visto y escuchado en ese mismo mes le hacían pensar en cualquier tipo de calamidades.
No había ni un solo día en el que no se arrepintiera de haber leído ese libro, "Ese libro... ¡ese maldito libro!" Pensaba el mientras corría; finalmente había llegado, se encontraba parado justo en la entrada de la casa de Emma, toco la puerta un par de veces... y nadie respondía.

Un sudor frío recorría el cuerpo de Erick, sus manos temblaban y parecía que iba a desmayarse, volvió a tocar pero esta vez más desesperado, y oh sorpresa, la puerta se abrió.

Erick: ¡¿EMMA ERES TU!?

una pregunta algo tonta, pero el joven no pensaba con claridad, estaba asustado y algo paranoico.

Emma: ¿Si te das cuenta de que deberías estar en clase ahora mismo, no?

Erick de inmediato abrazo a Emma lo más fuerte que pudo, estaba llorando un poco pero no le importaba, su amiga estaba con vida y eso era lo importante.

Erick: ¡Me alegra tanto que estés bien!
Pensé que no volvería a verte.

Emma: Jaja ¿acabas de consumir algo ilegal? Definitivamente estas actuando como un vicioso.

Erick: Di lo que quieras, ¡estás con vida! Lo que sea que me llamo anoche no te hizo nada.

Emma de inmediato se puso pálida, miró a todos lados y tomó a Erick del brazo para luego hacer que este entrara a la casa.

Erick: ¿Emma...?

Emma: ¿También recibiste una llamada...?

Al parecer ambos habían pasado por la misma situación la noche anterior, Erick asintió con la cabeza; Emma buscó su teléfono y le mostró el número que le había marcado, seguido a esto, Erick también revisó el número, y evidentemente eran los mismos.

Erick: Son los mismos números... son exactamente iguales.

Emma: ¿Que te dijo esa cosa?

Erick: Era tu voz... me estabas rogando por ayuda.

Emma: Tu igual... cuando llamaste y me dijiste que necesitabas ayuda fui corriendo hacia tu casa.

Erick: pero nunca llegaste.

Emma: Cuando iba de camino todavía seguías en la llamada, te iba a preguntar si estabas bien pero vi que tu número era diferente.

Erick: ¿Y luego?

Emma: Obviamente pregunte si cambiaste de número, y se cortó la llamada, así que me devolví.

Erick: Bueno al menos estas bien.

Emma: lo que me da escalofríos es que cuando desperté esta mañana, me sentía enferma y con náuseas.

Erick: tal vez te enfermaste por salir a la calle tan tarde.

Emma: Erick, no es normal que yo me enferme, además he salido aún más tarde.

Erick: Quiero pensar que solo fue casualidad, porque si no lo hago me volveré loco.

Emma: ¿más de lo que ya estás? Imposible.

Erick: Ja Ja que chistosa.

Pasaron unos minutos y todo iba de maravillas, se sentaron en el sofá y comenzaron a platicar, pero entonces tocaron el tema del libro, era inevitable pensar que todo lo sucedido anteriormente no era solo casualidad, aunque Emma seguía pensando que había otra explicación lógica para eso, Erick estaba confiado en que ese libro era la fuente de todas las tragedias que han ocurrido. Vivía con la culpa constantemente y eso lo atormentaba; Harry ha tenido que ir a terapia desde el suicidio de su hermana, cosas paranormales en la escuela, la muerte de alguien más, y ahora llamadas extrañas, era obvio que no era solo "Cosas del destino".

Pasaron aproximadamente 2 horas y Erick seguía con Emma, estaban concentrados hablando entre ellos hasta que algo los interrumpió, fue un ruido que venía de la habitación de Emma, rápidamente Erick se levantó de su lugar "Quedate aquí, yo iré a ver que pasa" dijo Erick mientras se dirigía a la habitación, Emma no solía creer en fantasmas pero por alguna razón hizo caso a la orden de su amigo. Erick fue a la cocina y tomó un cuchillo para defenderse si algo pasaba, se dirigió al cuarto lentamente tratando de no hacer ruido, se acercó a la puerta para escuchar que pasaba, estaba a punto de abrir la puerta hasta que...

¿?

El libro del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora