El libro del diablo

Capítulo 3 "El comienzo"

Samanta entró a su salón bastante alterada y no sabía porque se sentía tan asustada, Se sentó en su mesa y bajo la cabeza mirando al piso mientras pensaba en que hacer; Mientras que los demás seguían inspeccionando aquel libro.

Erick: ¿Que creen que dice el libro?

Emma: Yo digo que es un cuento de terror.

Andrés: Debe ser un libro raro de brujería jajaja.

Erick: Jajaja pienso lo mismo.

Emma: Oigan pero... ¿creen que Sam esté bien?

Erick: Solo está asustada, la conozco bien y pues no creo que sea tan grave.

Emma: ¿No deberíamos hablar con ella?

Andrés: Iré yo, ustedes cuentenme que hay en el libro después jaja.

Emma: Ok, pero tratala bien.

Andrés: Obviamente lo haré.

Andrés salió de la biblioteca y fue a buscar a Samanta en su salón, Emma y Erick se quedaron viendo el libro mientras terminaban el trabajo de Emma. Pero nadie sabía que algo más estaba pasando...

Desde las sombras de aquella escuela se veía pasar una sombra, las luces se apagaban y encendían, y desde la oscuridad se veían un par de ojos rojos intensos que se sentían como si penetraran tu alma. Era casi indescriptible como su presencia afectaba el ambiente, Luego desapareció entre las sombras para así desaparecer.

Andrés llegó al salón pero de repente empezó a sentirse cansado y algo fatigado, pero no le dio importancia y siguió su camino.

Andrés: Sam...¿Estas bien?

Samanta no respondió y solo miro a un lado.

Andrés: Perdón si te asustamos con lo del libro, es que nos dio curiosidad.

Samanta: Les digo que tengo un mal presentimiento sobre ese libro.

Andrés: Sam, es solo un libro viejo, no pasa nada malo.

Samanta: Me da mala espina, no debí mostrarles eso... ahora estoy muy asustada y siento que algo malo pasara...

Andrés: Te prometo que todo estará bien Sam... Confía en mi linda, es solo un libro inofensivo.

Andrés le dio un cálido abrazo a Samanta y esto hizo que ella se tranquilizará, Ella correspondió el abrazo y luego sonrió.

Samanta: Gracias...

Andrés: No hay de que Sam, Te prometo que todo estara...

En un momento a otro la puerta del salón se cerró fuertemente por si sola, causando un estruendo lo cual asustó a ambos.

Andrés: Bien...?