Vestido como el exnovio de School Grass

C55: ¿Quieres ... quieres un novio?

En el patio de recreo desde lejos, estamos llenos de voces de personas.

Los estudiantes que tenían la clase de autoaprendizaje se reunían en grupos de dos y tres para reír y jugar, y de vez en cuando se escuchaban gritos de emoción.

La cama de flores en el edificio de enseñanza estaba en silencio, como si el aire se hubiera congelado.

Jing Ci abrió los ojos de repente y su mente se quedó en blanco.

Ying Jiao lo miró con voz ronca: "Si no hablas, lo tomaré como un sí".

Sin dudarlo, extendió la mano y levantó la barbilla de Jing Ci, bajó la cabeza para besarlo.

Las extremidades de Jing Ci se congelaron, su corazón latía rápido, hasta el momento en que los labios de Ying Jiao estaban a punto de caer, solo reaccionó un poco y rápidamente giró la cabeza.

El beso de Ying Jiao se imprimió de inmediato en un lado de su rostro.

Ninguno de los dos se movió.

En la esquina donde se podía escuchar el sonido de una aguja cayendo, los latidos violentos de los corazones de las dos personas se entrelazaron.

Sentí que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho.

Ying Jiao se rió entre dientes levemente y lo besó en la cara.

La temperatura abrasadora provino de los labios de Ying Jiao, el calor hizo temblar ligeramente el cuerpo de Jing Ci, la sangre en todo el cuerpo parecía derramarse en su cerebro e incluso su conciencia estaba un poco borrosa.

Ying Jiao se alejó un poco de él, encontró sus labios y continuó inclinándose para besarlo.

Jing Ci estaba sin aliento, casi incapaz de pensar, e instintivamente empujó a Ying Jiao: "¡No, no ... no!"

"De acuerdo." Por primera vez, Ying Jiao no lo escuchó y, a pesar de las luchas de Jing Ci, apretó firmemente su barbilla con una mano para evitar que se moviera, agarró su mano con la otra e insertó sus cinco dedos con fuerza entre sus manos. Se inclinó y volvió a bajar la cabeza.

La respiración de Ying Jiao era pesada y se hizo más evidente a medida que se acercaba a él poco a poco.

Su aliento es abrumador y no hay espacio para escapar. Presa del pánico, Jing Ci inconscientemente bloqueó sus labios con su revés.

Ying Jiao hizo una ligera pausa.

Ying Jiao sonrió y besó su palma suavemente.

El viento de la tarde sopló, y las plantas verdes en el macizo de flores se estiraron y susurraron, y la voz baja de Ying Jiao cumplió con el viento de la tarde que llegó a los oídos de Jing Ci.

"Me gustas."

Él dijo.

Las pestañas de Jing Ci temblaron levemente y los latidos de su corazón se detuvieron repentinamente.

Las orejas de Ying Jiao se pusieron rojas, presionó la mano que sostenía sobre su pecho, inclinó la cabeza y besó su palma suavemente: "¿Quieres ... quieres un novio?"

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Jing Ci no sabía cómo regresó al pequeño salón de clases de la Olimpiada de Matemáticas. Cuando volvió en sí, vio la cara preocupada de Zhou Chao: "Hermano Ci, ¿qué te pasa? Tu cara está muy roja, ¿tienes fiebre? "

"No." Las cosas que tanto trató de ocultar se revelaron en público, y Jing Ci tomó un libro de forma antinatural y trató de ocultar su estado de ánimo: "Estoy bien".