Capítulo 1

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—¿Estás segura que vas a estar bien? —asiento mientras termino de masticar el pedazo de pancake que minutos antes llevé a mi boca. —. ¿No necesitas más nada? ¿Dinero?...

—No, así estoy bien. Tengo lo necesario, con eso me las arreglo —Le digo llevando mi plato sucio para lavarlo.

—Sabes que siempre puedes contar con nosotros.

—Lo sé.

— Y que voy a estar muy pendiente de ti. No creas que porque ya no vas a estar en casa se me va a olvidar de estar que tu no estas allí —añadió con tono de advertencia, que casi me hace sonreír, pero me reprimo para que no se de cuenta.

—Eso lo sé desde que tome la decisión de venir a estudiar aquí —le repito por enecima vez desde que llegamos.

—Porque no quieres estar con nosotros —replica.

—No es eso —Niego. Me pregunta que por qué y me acerco atra vez a la mesa. —. Quiero conocer que hay fuera de casa, quiero ver que las cuatro paredes de mi habitación no es lo único que existe en el mundo. Y no voy a mentir, no voy a salir de aquí porque tampoco me gusta pero aquí puedo conocer a más personas, a empezar a valerme por mi misma y a demostrarme que no necesito de nadie para poder ser alguien.

—Pero si siempre has hecho eso. Te vales por ti misma y no...

—No hablo en ese sentido. Quiero decir, se que puedo defenderme sola y que puedo hacer cosas por mi misma, pero sé que aquí afuera el mundo es distinto, y no siempre voy a poder respaldarme en la cuatro paredes de mi habitación. Aquí voy a enfrentar diferentes situaciones que en un futuro me podrán ayudar a poder evitar hacer cosas que probablemente me voy a arrepentir en algún momento, y voy a vivir diferentes cosas, tú misma me has dicho que el mundo exterior no es fácil, y aquí estoy, porque quiero enfrentarlo, porque sé que no siempre te voy a tener a ti para que me digas que hacer o que me aconsejes.

—Yo... Te voy a echar de menos —Se acerca a mi y me da un beso en la frente. No evitó sentirme incomoda, pero no la aparto porque se que va a pasar tiempo antes que la vuelva a ver —. Sabes que eres como una hija más para mi, y que pase lo que pase yo nunca voy a dejar de verte como mi hija. Porque eso eres, mi hija.

Le sonrió.

—Gracias por todo Cristin.... De verdad.

—No me agradezcas, lo hago con todo mi corazón—se hace un silencio hasta que vuelve a hablar —. Bueno, ha llegado la hora de irme.

Asiento y espero ha que tome su bolso para compañarla a la puerta.

—No te olvides de mi —vuelve a repetirme antes de cerrar la puerta. Pongo los ojos en blanco.

—Que no me voy a olvidar de ti.

—¡Yo solo digo! —exclama. Cierro la puerta y voy a tirarme en el sofa.

Suspiro porque se que apartir de este momento voy a comenzar una nueva y que puede que no todo salga ta bien como planifique hace unos meses. Miro la hora en mi celular. Esto apenas es el comienzo.

****.

Miró el uniforme que va a tocarme llevar por casi diez meses de mi vida y empiezo a cuestionarme si fue buena idea venir a estudiar tan lejos. Bueno, al menos no me va a dar frío porque llevo mas ropa que bueno pues. Empiezo a ponerme la camisa manga corta blanca antes de ponerme un pullover manga larga color vino, con una corbata que se que me voy a terminar quitando porque tiene pinta de que voy a quedar como judas, y sin querer porque no me quiero morir. Me pongo la falta a cuadros también de color vino con blanco y negro que me llega un poquito mas abajo de la mitad de los muslos, que al final tapo la piel expuesta como las largas medias que me quedan dos dedos debajo de la falta. Y por último los zapatos escolares.

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⏰ Última actualización: Sep 12, 2022 ⏰

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