Lɪᴘsᴛɪᴄᴋ Kɪssᴇs - [Drarry/ Os]

♡︎

⚠️: |Capitulo Único | Corto | Au moderno | Sin magia | Relación establecida.

Hace ya dos años, que Harry Potter y Draco Malfoy, habían comenzado una relación.

Y hoy, que estaban de vacaciones, Draco quiso hacerle una visita a su novio, después de tanto tiempo sin poder verse.

Y Harry agradecía que su madre haya hecho que su padre y su padrino Sirius tuvieran una cena, en otro lugar, para así darles privacidad. Lily sabía muy bien lo celoso que era su esposo, y sabía que su hijo amaba su privacidad.

Así que, ahora, Harry se encontraba terminando su ducha, se vistió con ropa cómoda para dormir, mientras que, Draco le esperaba en la cama, de boca arriba, con algunas almohadas en su espalda; con su pijama y revisaba algunas cosas en su teléfono.

El pelinegro le miró unos segundos, el rubio estaba tan concentrado en su teléfono, que seguramente no se había percatado que él ya había salido del baño. Caminó de regreso y buscó entre las cajas, el maquillaje de su madre. Una vez cumplió su objetivo, busco ese labial de tonalidad rojiza. Se aplicó algo en su labio inferior con ayuda de su dedo, viendo así, el intenso color rojo que tenía este. Llamando su atención, se puso más de este y caminó nuevamente a su habitación, llevando consigo, aquel labial.

Malfoy seguía en lo suyo, así que, aprovechó su distracción y caminó a paso lento hasta la cama. Subió con cuidado, para quedar encima de su pareja. El rubio no dio mucha atención a lo que su novio hacía, no hasta que sintió unos labios sobre su frente.

—¿Pero qué? —alzó la mirada para encontrarse con un sonriente Harry. Notando ese color en los labios, llevó su mano a su frente, dónde fue besado y suspiró una vez tocó—. Acabas de mancharme —se quejó viendo sus dedos—. ¿Por qué? —confundido, preguntó.

—Shh —Harry solo chitó a su pareja y nuevamente le besó, pero esta vez en la mejilla.

—Harry —regañó. El nombrado no pudo evitar carcajear.

—Parecías muy concentrado en tu teléfono —miró el aparato que seguía en manos de su pareja—. Sigue en lo tuyo —volvió a besar, ahora la nariz.

—Me dejarás toda la cara roja.

—No solo eso —y en un movimiento rápido, depósito un beso en el cuello, aunque se decepcionó al ver que la marca no tenía mucho color.

—¡Harry! —esta vez, Draco alzó la voz—. ¿Por qué haces eso?

—Mis besos se ven lindos.

—Y lo son, pero no hay necesidad de manchar toda mi cara y ahora mi cuello.

—Pero se ven lindos.

—Harry —el chico lo ignoró y volvió a aplicar de la pintura en sus labios.

—Solo tres besos más.

—No.

—Por favor, solo tres —con su mano, mostró la cantidad, haciendo que Draco suelte un bufido, enternecido.