Una mañana se reflejaba por la ventana del automóvil, dónde Mariana ya hacía desnuda entre los grandes brazos de Andrés, el cual acariciaba con cautela el cabello de la chica que estaba dormida.
Él miraba el cuerpo de aquella chica, cada detalle de ella él lo miraba. Admirando cada parte de la chica, pasando suavemente sus dedos por su piel perfecta, tocando cada parte haciendo que su exitacion subiera, pero no dejándose llevar por las hormonas que recorría esos momentos por su cuerpo.
-Eres hermosa - Dijo en un lento susurró, mientras pasaba sus manos por los muslos de la chica - Muy perfecta, tanto que no pareces alguien real. Si no fuera por mi explorando cada parte de tú cuerpo, creeme que pensaría que eres un robot -
Sus manos tocaban cada parte parcial del cuerpo de Mariana, cada que rozaba sus dedos por su vagina o apretaba sus pechos, ella sonreía o inclusive gemia aún así estando completamente dormida.
-Explorar cada parte de tú cuerpo desnudo, mientras imagino cada parte erótica contigo. Cada gemido recorriendo entre mis odios, y tus besos en mi cuello mientras saltas encima de mi. Cada parte la tengo guardada en mi mente, y cada vez que recuerdo eso quisiera recrear más partes, para que en mi mente quede cada quejido, y saliva me recorra antes de dormir - Simplemente alzó a Mariana del cuello, y rozo sus labios hasta subir hasta su cuello, el cual simplemente ahorcó lentamente hasta que Mariana se despertara alterada por la falta de aire
-¿Que carajos haces?- Pregunto viendo cada cosa hacía su alrededor, encontrándose enredada entre el cuerpo desnudo de aquel chico el cuál estaba entregado hacia ella.
-No se cariño, pero no quiero que esto acabe- Él chico solo apretó lentamente sus muslos de aquella chica, la cual solo se exitaba con el pasar de las manos, las cuál el tacto de los dedos paso hasta su cinturas.
-Basta Andrés, tenemos que volver a casa- Dijo en medio de un gemido, el cual simplemente termino de exitar completa a Flavio.
-Claro, nos iremos hasta que me hayas complacido completamente- Él chico agarro a la chica y empezó a besarla completamente, subiendo por arriba y abajo de su cuerpo. Y Mariana, rasguñando con sus uñas los muslos de Andrés, los cuál apretaba por el placer del sentir sus dedos de aquel chico dentro suyo.
Pero, aunque por más que estuvieran disfrutando una llamada interrumpió su momento de placer, que duró 5 minutos, pero para aquellos los mejores momentos de su vida.
Llamada entrante.
-¿Que carajos quieres?- Pregunto la voz gruesa de Andrés la cual estaba un poco agitada por la masturbación que le había dado Mariana, y por la exitacion que sentía en esos momentos.
-¿Dónde estás? - Dijo su padre detrás del teléfono, la cuál su voz se escuchaba con firmeza, tanto como si fuese un regaño.
- Ya estoy aquí en Arizona de nuevo, ¿Que quieres? - Pregunto con enojo en su hablar, mientras volteaba sus ojos y apretaba su mandíbula.
- ¿Ya estás en tú casa? - Pregunto
- No, voy para allá. No me molestes en estos momentos por favor. - Colgó severamente el teléfono mientras ponía sus manos al volante y miraba fijamente hacia en frente - Debemos irnos - Dijo con seriedad en su voz intimidado aquella chica.
Ella solo se puso su ropa, mientras se recostaba en los asientos del automóvil. Saco un leve respiro y cruzo sus piernas mientras veía el paisaje.
En la radio empezó a reproducir "true" de Spandau ballet. Las cabezas de los chicos empezaron a moverse de un lado a otro sintiendo la música entre sus oídos, los dos, se veían de reojo esperando juntar sus bocas, y sus respiraciones pasar de boca en boca. Claro, querían deleitarse, pero la exitacion no podría ganarles en esos momentos.
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//Silencio\\Ft:Yoloriana
AcakSinopsis- Yolo es un gran jefe de la mafia, enamorado locamente de su ex Mariana. Tratara de conseguir su amor de nuevo, pero esta poniendo en peligro su vida. Ya que es un criminal muy buscado. A si que tiene que decidir entre el amor o su vida. A...