·˚無邪気な愛!¡❞ 𝐢𝐧𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐥𝐨𝐯𝐞 ; 𝐞. 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫

第八章 | 𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯 𝔢𝔦𝔤𝔥𝔱🌹❠

𝐡𝐨𝐦𝐞 ;; 𝖕𝖆𝖗𝖙 𝖎𝖎

; Donde el demonio cede ante la tentación del ángel...

     Eren caminaba silencioso, en una fila junto a otros soldados que serían ingresados en un hospital psiquiátrico en Liberio. Justo como lo había visto en las memorias que obtuvo del futuro; Le parecía sorprendente ver, como todo se cumplía al pie de la letra, como si todo hubiese sido planeado previamente para que ocurriese así, como si la historia que transcurría ante sus ojos hubiese sido escrita por alguien más.

     Evidentemente, él había jugado un papel importante para que muchas cosas ocurrieran a su favor, maquinando hechos y acontecimientos, incluso memorias ajenas, pero habían otras que no, y le sorprendía bastante como aquel poder no se equivocaba.

     Y a pesar de la perfección de su ingenioso plan, la maestría con que lo llevaba a cabo sin inconvenientes ni cabos sueltos y la indudable capacidad precognitiva de la coordenada, había una cosa, una sola cosa en específico que no encajaba en aquel rompecabezas apunto de ser acabado. Una pieza extra que parecía borrada por el mismo juego, como un error, o una pieza prima que sería usada en remplazo de otra.

     Pero era imposible, ella no tenía forma alguna de encajar con ninguna de las demás partes del rompecabezas, rompiendo con la armonía de todo lo que ya había formado antes. Emily. Emily Fritz, era aquella pieza huérfana que el juego no era capaz de reconocer, el no podía cederle un espacio porque era imposible, pero por sí sola, ella se abría camino en el juego haciéndolo suyo.

     ¿Qué había fallado en la formula que ya estaba compuesta para que diera un resultado específico?, ¿quién era esta incógnita que desorganizaba todo el algoritmo creado por él y aquella criatura que habitaba en su interior?.

     Eran aquellos pensamientos los que disolvían la tranquilidad y confianza con la que Eren hacía las cosas, ahora todo estaba tomando un rumbo distinto, y por mucho que él quisiera, no había vuelta atrás. 

     Eren ya había tomado una decisión, y ninguno de estos imprevistos lo detendrían en su designio, el debía pelear hasta el final. No había escapatoria de lo que ocurriría en un futuro cercano. Pero se sentía confundido, desorientado en todo este asunto de Emily, y los efectos que ella causaba en él, y no se refería a la parte afectiva donde claramente ella había conseguido ganar un espacio indefinido por lo buena que había demostrado ser con él y con todos. 

     Sino al hecho de que ella despertaba en él recuerdos y memorias que no tendría porque. Acaso, ¿sería posible que Emily estuviese conectada de alguna manera con la fundadora y el poder de los titanes?. El único ojo del joven se abrió al comenzar a conectar los puntos, comprendiéndolo todo. Y entonces todo cobró sentido en la consciencia de Eren, ¿cómo había podido ser tan idiota y no haberlo pensado antes?, empezando simplemente por el apellido de la muchacha, era tan sencillo.

     —Emily es una Fritz... lo que quiere decir que... posiblemente ella sea descendiente de Ymir como Historia y Zeke...— claro, aquella era la razón más lógica y la única que podía justificar porque ante el contacto más simple con ella la coordenada se activaba y le inundaban la consciencia de nuevas líneas y recuerdos nunca antes vistos por él.