28/03/2022

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28/03/2022

Pasaban los días y yo me sentía entre la espada y la pared, porque, por una parte estába mí soledad y mí paz mental, y por otra parte la noticia que tenía que contarte, que sabía y te caería mal, las ganas de verte eran gigantes, y no sabía porque, o bueno si sabía, me había acostumbrado a ti, ya era irracional de mí parte todo eso, creo que dependía emocionalmente de ti, que mierda me pasaba, odiaba el lado bueno de mí este que perdonaba todas las cosas que le hacian, pero creo que era lo mejor el sentir esto y estar sola a cambiar mí rutina sin ti.

Tan traumatizada quedé, que ya me daba pavor absolutamente todo lo que vendría después de ti, al hecho de que posiblemente mí celular sonara y no seas tu el remitente, a conocer a alguien más y el volver a enamorarme, al volver a confiar.

Duele dejar todo lo que tenía contigo atrás, duele cambiar todo de golpe, pero al menos ya se cómo empieza la llamada "Etapa de enamoramiento"no sé si exista ese termino pero yo lo llamaría asi, sé cómo eso se va convirtiendo en nada, cuánto duele y hasta donde te puede llegar a lastimar.

Ahora resguardo mí corazón en una caja fuerte, porque tengo temor a volver dar un paso en falso y que nuevamente me salga todo mal, prefiero quedarme en esta historia que ya es muy conocida para mí, al dolor inigualable que me causa tu ausencia, el dolor que me causa el no verte ni saber de ti.

Siguen pasando las horas, hay momentos en lo que me propongo no pensarte, me ocupo leyendo, haciendo tarea, escuchando música, cántando a todo pulmón, canciones de Morat y de Ha Ash, porque esas canciones me dan vida, pero sigue siendo difícil y la verdad no sé por cuánto tiempo más.

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Palabras que quizás te las diría si te tuviera de frente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora