Capitulo 1

1 0 0
                                    

Lucielle

- Lucí, baja el desayuno está servido - Escucho el grito de mi esposo – Arréglate rápido porque tengo una reunión importante con unos socios, sino no podre desayunar contigo.

Me termino de vestir lo más rápido posible. Reviso tener mi celular en mano y bajo las escaleras para aprovechar a mi marido ya que son poco los desayuno que puedo compartir con él por su trabajo.

- Ya estoy aquí amor – le informo a Harold, observando como agarra el maletín de la sala - ¿Por qué esta agarrando tu maletín?, ¿No íbamos a desayunar?

Me observa realizando una mueca con sus labios, pero antes de que hable ya sé que es lo que me va decir – pero aun así guardo silencio -.

- Lo siento, ya se me hace tarde tuviste que levantarte un poco más temprano – Me dice  con rostro de disculpa – pero tratare de llegar a cenar ¿ok?

Asiento y hago un intento de sonrisa que sale más como una mueca,- se acerca y me da un beso en la frente – aunque estoy triste de que no haya podido compartir un desayuno nuevamente con él, lo entiendo. Ser el vicepresidente de la empresa de su padre no tiene que ser un trabajo fácil y más si es el próximo en heredar la presidencia.

Después de salir de mis pensamientos y que Harold se haya ido me dirijo al comedor a aprovechar el desayuno que ya se encuentra listo, devoro mi comida mientras reviso mi celular.

Esta es mi típica rutina diaria

Cuando termino de desayunar levanto mi plato incluso el plato de Harold el cual también me comí su desayuno – si ya se tengo un estomago muy espacioso - y los llevo a la cocina donde me encuentro Ana nuestra ama de llaves.

- Señora, deje ese plato ahí yo lo lavo ese es mi trabajo – dice Ana con preocupación, como si lavar un plato me fuera a partir una uña

- Ana tranquila que tengo dos manos buenas y sana, así que no pasa nada, y dime Lucielle o Lucí como te sientas más cómoda. Pero no me digas Señora que me siento muy vieja. - Le digo

-Esta bien señora –  abre los ojos grandemente – Digo Lucí, muchas gracias por su amabilidad es usted una buena jefa. – dedicándome una sonrisa

Le devuelvo mi mejor sonrisa, y me retiro al patio trasero.

Ana empezó a trabajar hace unas pocas semanas y todavía es algo retraída a nuestro alrededor, es una señora algo mayor – Le calculo unos 54 años - pero muy eficiente en su trabajo, algo penosa pero amable.

Espero ir conociéndola poco a poco, me genera mucha confianza.

Luego de estar en el patio me siento un banco en el cual me puedo columpiar un rato para relajarme y decido llamar a mi mejor amigo Jaiden Brown mi amigo desde la infancia.

- Hola corazón – Escucho la voz de mi amigo a través del teléfono

- Hola espanta pájaros – Digo divertida

Cuando lo escucho gruñir por el sobrenombre con que lo molesto desde hace 6 año hace que me provoque una pequeña risa.

- ¿Cuándo vas superar eso? – Me dice

- Nunca, ya deberías acostumbrarte

- Si lo sé, pero igual yo te llamo de manera bonita y tú siempre eres malvada conmigo. No me tienes ningún sobrenombre bonito – Me expresa con voz de niño malcriado

- Ya lo superaras – respondo suprimiendo una carcajada

- Bueno, dejando mi drama de lado ¿Cómo amaneces hoy belleza? – pregunta más tranquilo - ¿Me extraña mucho ya?

Castillo de Arena ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora