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Mientras yo estaba sentada en mi cama secando mi cabello, Newt se encargó de secar la ropa con ayuda de la magia.

—Vas a volverte a enfermar por la lluvia. —le dije, mientras dejaba la toalla en el cesto de la ropa sucia.

—Valdrá la pena. —respondió, sonriéndome mientras dejaba mi bata de Ravenclaw en el armario.

—Recién te recuperaste, entra a darte un baño corto con agua tibia, te sacaré la ropa que me prestaste la otra vez. —le dije, empujándolo levemente hacia la puerta del baño.

—Bien, pero después lo harás tú. —me señaló con el dedo.

—Me parece bien. —le sonreí y él entró al baño.

De mi armario saqué una camiseta y pantalón de dormir que Newt me había prestado una de las veces que estuve en su habitación.

Por mi ventana se observaba la lluvia aún cayendo, se miraba realmente hermoso. Con la ropa en la mano, toqué la puerta del baño, a los pocos segundos abrió Newt.

—Gracias, ya casi termino. —dijo, sacando solamente su cabeza y brazo por la puerta para tomar la ropa que yo le extendía.

No lo pude evitar, por el espejo de mi baño se lograba ver su espalda. Su perfecta espalda, tan pálida y llena de pecas y lunares, levemente marcada... sentía mi cara arder, era demasiado lindo.

—¿_______? —pregunta, viéndome confundido.

—Ah, si, lo siento, —parpadeo saliendo de mi transe —¿me decías?

—Que en unos cinco minutos saldré.

—Claro, estaré lista entonces.

Asintió y volvió al baño.

Suspiré, tratando de controlar el sonrojo de mi rostro. Incluso mis manos estaba sudando.

Mierda, Scamander me gusta mucho.

Empecé a preparar mi ropa para ducharme, al menos así despegaría mis pensamientos por unos minutos, también aproveché en ordenar un poco mi habitación, tenía libros regados por todos lados al igual que ropa y zapatos.

—He terminado. —me sobresalté en mi lugar. ¿Porqué carajos estoy tan nerviosa?

Ouh, de acuerdo, entraré yo. —inhalé y exhalé. Necesito calmarme.

Tomé mi ropa y me di vuelta para irme pero choqué con el pecho de Newt, poniéndome aún más nerviosa.

—¿Te encuentras bien? —pregunta, preocupado —pareces muy nerviosa. —pone su mano en mi mejilla. Por favor, no, que toque mi rostro no ayuda en nada.

—Si, si, —me alejo de él, en dirección al baño —estoy bien, descuida, no te preocupes. —trato de convencer, mientras se me dificulta abrir la puerta, al final lo logro —No tardo, ni pienses irte. —lo señalé con mi dedo, solo sonrió y asintió.

—No me iré, aquí estaré esperando.

—Bien.

[ . . . ]

—Listo, —salgo del baño después de unos ocho minutos —ya estamos duchados, no nos enfermaremos.

Newt se encontraba sentado en mi cama.

—Si, —me mira y después a la ventana de mi habitación —que suerte tienen los de Ravenclaw, tener ventanas es lindo, puedes observar la lluvia, el amanecer, el atardecer.

—Si, bueno, solo que muchos le temen a las alturas y no le ven ese lado positivo. —respondí, ya más tranquila.

—Es entendible.

Sequé las toallas y después las guardé en mi armario.

—También de vez en cuando se estrellan aves en las ventanas. —comenté, haciendo que pusiera una expresión de lástima —Es algo traumático, te asusta el impacto o el ver a el pobre animal ahí.

—Ah, eso si no suena nada lindo.

Me senté en mi cama, junto a él pero a cierta distancia.

—Mh, bueno, ¿qué quieres hacer? —pregunto.

—Realmente no hay mucho que hacer.

—Buen punto, sigue lloviendo mucho. —ambos observamos un rato la ventana, el silencio entre nosotros y el sonido de la lluvia era simplemente hermoso.

—Nuestros abuelos se volverían locos si lo supieran. —comenta, sin despegar su atención de la ventana, en cambio yo, lo miraba a él, como siempre.

—¿Mh? —dije, confundida, no entendía a lo que se refería al principio pero después entendí —oh, ya, ya, no había entendido, lo siento. Si, tienes razón, es algo que mi abuelo estuvo como fantaseando.

—¿Crees que deberíamos decirles?

—¿No es algo... pronto? —cuestiono —digo, no somos ya sabes, novios.

—Aún, ¿no? —me mira por un segundo de reojo, noto su nerviosismo.

Mi estómago duele de los nervios, es tan... difícil hablar de esto.

—Mh, supongo...

—¿Quieres dormir un poco? —pregunta, cambiando de tema.

—Ah, si, estaría bien. —respondo, se gira por fin a verme y me sonríe.

—Descansemos, entonces.

—Claro. —devolví la sonrisa.

Ambos preparamos la cama para dormir, mi cama por suerte era grande, lo suficiente para dos personas, solo traje más almohadas y otro cobertor por si la temperatura bajaba más.

Entramos a la cama, uno en cada lado de ella.

Sentí como se sobresaltada con uno de los truenos, en verdad estaban algo fuertes.

Me puse de pie, fui hasta la ventana y utilicé un hechizo silenciador para que los truenos no interrumpieran nuestro descanso.

—¿Mejor? —me giré a preguntarle.

—Si, gracias. —responde sonriendo.

—No hay de qué.

Regresé a la cama, en realidad no tenía muchas ganas de dormir, así que tomé mi libro y me dispuse a leer por un rato.

—_____... —me llamó Newt.

—Dime.

—¿Puedes acariciar mi cabello? —giré mi rostro para verlo, tenía un leve sonrojo en sus mejillas —no puedo dormirme.

—Si, por supuesto.

Llevé mi mano hacia su cabello y lo empecé a acariciar, notando casi de inmediato cómo se relajaba.

Es tan sedoso...

Mis dedos seguían su escurridizo camino entre los dorados mechones de Newt, hasta que sin darme cuenta mi libro ya se encontraba cerrado y guardado en mi mesa de noche y yo acostada de lado, cara a cara con Newt.

Luce tan lindo durmiendo...

¿Te gusta verme dormir? —preguntó de pronto, haciendo que me sobresaltara, lo hacía dormido —eso es algo acosador. —bromeó, con una divertida sonrisa en su rostro, aún manteniendo sus ojos grises cerrados.

—No te estaba viendo dormir. —respondí, sentándome en la cama con mi rostro sonrojado, miraba hacia otro lado.

—Ah, si que lo hacías. —imita mi acción.

—No, no estabas dormido, —respondí —por lo que no cuenta.

—Bien, no puedo ganarte en una discusión. —dice, rendido.

☽︎𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑒 𝑖𝑛𝑜𝑐𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑆𝑐𝑎𝑚𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟☾︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora