Capitulo 9

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Despertó, abrió los ojos lentamente, escuchó un sollozo a su lado, se sentó y giro su rostro. Era Sang-wook quien lloraba.

—No pude salvarlo —ella se quedó muda.

Decidió solo acercarse a él y apoyar su cabeza en su hombro:—Él murió por mi culpa, no tuve valor para ayudarle... soy una cobarde. Nunca temí tanto como ayer y no quiero volver a sentirme aterrada... no quiero que nadie más muera, no quiero quedarme sola... no otra vez.

Sang-wook hizo que lo mirara, sostuvo sus mejillas con sus manos:—Eso jamás pasara, no estarás sola... Yo estaré contigo, pase lo que pase.

—No digas algo que no podrás cumplir.

—Las cumpliré si crees en mí.

Byul-yi calló por unos segundos:—¿Entonces lo prometes?

—Lo prometo —el hombre dejo un beso en su frente.

—Lo prometo —el hombre dejo un beso en su frente

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—¿Por qué el guarda no te hizo nada? —preguntó con interés el joven de lentes entrando a la sala de monitores.

—¿Eh? No sé —contestó la mujer, ella estaba mirando todas las pantallas en busca de alguna anomalía.

—¿Qué me estas escondiendo? Dímelo.

—No escondo nada, lunático —dijo lo ultimo con fastidio y disponiendo a irse del cuarto.

Pero no contaba con que Eun-hyuk iba a jalarla y provocar que su espalda chocara fuertemente contra la pared, la acorralo y se acerco tanto que la más baja sentía su respiración.

—Dímelo.

—No.

—Te hare hablar quieras o no.

—¿Lo ves? Por eso no confió en ti —frunció el ceño y él pareció caer en cuenta de su forma de ser.

—Lo siento... solo que, de verdad necesito saberlo...

Él se empezó a acercar a su rostro y unió sus labios lentamente, Eun-hyuk sintió mariposas en el estomago, imaginarlo era una cosa y sentirlo era algo totalmente diferente. Byul-yi empezó a mover sus labios mientras pasaba sus brazos por su cuello, atrayéndolo más hacia ella. Se notaba quien llevaba el control del beso...
Se terminaron separando por culpa del oxigeno.

—Eun-hyuk —llamó a su nombre mientras abría los ojos y conectaban sus miradas— ¿creíste que caería tan fácil? —sonrió con cinismo, quitando los brazos de su pecho y reposando sus manos en el pecho del muchacho— estas tratando de jugar mi juego, lastima que no te salió —lo empujó haciendo que él se sentara en la silla de ruedas— pero si quieres jugar de ese modo me parece bien.

Byul-yi avanzó hacia él, se inclinó y puso las manos en los muslos del de lentes, nuevamente había dejado sus rostros a escasos centímetros y ya esto empezaba a ponerlo nervioso:—Solo podría decirte que tuve una muy interesante conversación conmigo y que hice las cosas para poder ayudar. Pero no tienes de que preocuparte, no voy a hacerles daño —sus ojos se oscurecieron, de nuevo sonrió con cinismo y se fue.

𝗣𝗘𝗘𝗞-𝗔-𝗕𝗢𝗢 ||Sweet Home||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora