𝙞 𝙨𝙬𝙚𝙖𝙧 𝙞𝙩'𝙨 𝙛𝙧𝙚𝙖𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙢𝙚 𝙤𝙪𝙩

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⚠️ TRIGGER WARNING ⚠️angst, lime, contenido sexual NO explicito, final triste pq me gusta llorar, final alternativo osea puede ser canon pero si ustedes no quieren no es canon

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Se sentía fatal. Sus delgados dedos se enredaron bruscamente entre sus pelinegras hebras, dejó la lapicera sobre el escritorio, bufando cansado. Se levantó de su silla, dirigiéndose al baño, necesitaba una ducha helada. Necesitaba bajar la tensión de sus músculos.

Agua fría caía por su trabajada espalda, repleta de diminutas, pero largas cicatrices, apenas visibles, eso era lo que lo atormentaba por las noches. Había noches en las que no podía pegar un ojo, todavía tenía grabada en la cabeza la imagen de Sunoo soltando obscenidades, arañando su espalda, mientras Hee arremetía contra el más bajo. Odiaba tener que llegar a la situación en la que estaba sumergido.

Ya fuera de la ducha, con solo unos bóxers y unos shorts deportivos, se metió a la cama con el celular en manos. Lo primero que vio fueron los últimos mensajes que recibió, que mala idea. Sunoo le había mandado varios mensajes. Había estado evitando hablarle desde hace un tiempo, necesitaba pensar seriamente en lo que quería hacer. Me dolía el corazón de solo pensarlo.

Kim Sunoo
Hee
02:36

Kim Sunoo
Necesito que hablemos
02:36

Kim Sunoo
Me has estado evitando desde que te fuiste a Boston
02:37

*se eliminó este mensaje*

Kim Sunoo
Esta semana iré a Boston, tengo algo que hacer, quiero que nos veamos
02:38

Kim Sunoo
Y esta vez no voy a aceptar un no como respuesta
02:41

No contestó, pero sabía que Sunoo sabía que él los había leído. Podía verlo cuando las dos palomitas del mensaje se tornaban azules. Sunoo nunca le exigió que le conteste los mensajes, nunca le reclamó por las miles de llamadas que no atendió. Nunca se quejó por los cientos de video llamadas subidas de tono que ambos compartieron, las cuales terminaron en colgar la llamada y masturbarse, en el baño... solo...

A veces se preguntaba, ¿valía la pena hacer todo esto? Algunas veces se respondía a sí mismo que si valía la pena, que era mejor alejarse un poco para sentar cabeza y aclarar todo. Otras veces se respondía a sí mismo que no... que no valía la pena hacer todo esto. Que extrañaba a Sunoo. Sus besos. Sus caricias. Su voz grave que subía dos o tres octavas cada vez que gemía en su oído, a propósito, solo para ir más duro, más brusco.

Cuando empezaron todo eso, toda su historia, había sido hermoso. Tan dulce. Tan juntos. Tan enamorados. Tuvieron su primera vez en la playa, en una cabaña que la familia de Sunoo alquilaba los veranos. No entendía aún como habían terminado así, tan dependientes del contacto ardiente que tenían a menudo. Sentía que su ciclo se había cerrado, que debía dejarlo ir. Pero Heeseung era un cobarde, y se negaba en dejar ir a Sunoo. Entonces, ¿por qué lo ignoraba? ¿por qué no respondía sus mensajes? ¿por qué estaba haciendo esto? Se estaba volviendo loco.

[...]

Kim Sunoo
Heeseung
16:32

Kim Sunoo
Quiero que nos veamos, por favor
16:33

*se envió ubicación*

Kim Sunoo
Aquí me estoy quedando
16:33

Kim Sunoo
Puedes venir en la noche? Tipo 8? En serio quiero hablar
16:40

[...]

Una gota de sudor hizo su camino por su nuca, cayendo por la curvatura de su espalda, perdiéndose en sus caderas. Sus venosas manos atraparon su cintura, estrujándola. Lo estampó contra la pared, devorando aquellos labios que desesperadamente buscó por tanto tiempo. Sus dientes chocaron cuando iniciaron aquel íntimo contacto, pero no importo, ambos estaban en medio de lago más importante. La ropa fue cayendo de a poco, en un sensual baile de pieles. Cayeron en el sofá, besándose y mordiéndose.

Las pequeñas manos de Sunoo se enredaron entre las hebras de Heeseung, tirando con fuerza cuando un espasmo se hacía presente. Heeseung elevó sus caderas, en un duro golpe contra la pelvis ajena, provocando un sonido que antes podría haberlo hecho correrse, pero ahora solo quedó en su mente, sin reacción alguna. Lo tocó. Lo besó. Le hizo el amor mil veces. Pero su cuerpo no reaccionaba a nada. No reaccionaba a aquel sensual cuerpo sobre él. No reaccionaba a las palabras sucias ni a los sonidos obscenos.

Los arañazos en su espalda, las mordidas en su cuello y en su pecho, el sudor mojando su cabello y haciendo que se pegue a su frente. En cualquier otra ocasión, aquella escena podría haber encendido a miles, pero Heeseung ya no... ya no sentía lo mismo.

Se corrió dentro del condón, saliendo inmediatamente. Sunoo estaba demasiado cansado como para quejarse del repentino vacío, sus ojos galácticos se cerraron y su respiración se tranquilizó. Dejó al chico durmiendo en el sofá, desechó aquel condón y se metió al baño. No importaba que aquel departamento no sea suyo, no importaron los modales. Se dio una larga ducha con agua fría, necesitaba pensar.

Al salir de la ducha se vistió, tomando sus cosas, preparándose para irse. Antes de abrir la puerta, un pensamiento cruzó por su cabeza. Rápidamente se acercó a la mesa de té, cerca del sofá donde dormitaba Sunoo. Ahí descansaba el celular del menor. Lo desbloqueó, al parecer nunca cambio el código, y borró de él todo lo que tenía que ver con Heeseung. Su número de teléfono. Sus fotos juntos. Todo. Ellos habían sido un recuerdo pasajero.

Dejó el aparato donde estaba y se puso cu chaqueta, saliendo del departamento. Pensó, y pensó. En un momento de la noche comenzó a llover, empapándolo; pero poco le importó. Pensó en lo que alguna vez tuvo con Sunoo, en que a veces las cosas, por más que te hagan tan bien, tienen que terminar. Ellos ya no se hacían bien. En realidad, Heeseung creía que hizo bien, al final de todo, su ciclo había terminado.

"Lo siento, Sunoo."

FIN

FIN

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Borrow A KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora