Pude apreciar sus ojos, había tristeza en ellos. Pero no podía. No podía confiar, no por un tiempo. Iba a pagarle lo mismo que él había hecho conmigo. Quizás este mal, pero para mi era lo mejor.
Me di la vuelta y comencé a caminar.
Él no habló, no se movió. Solo quedó allí, viendo como me alejaba, viendo como lo abandonaba.
Yo no era la culpable, él había desconfiado. Yo no tenía nada en común con la situación de su hermana, pero aún así no confió. Y lo peor de todo es que no volvió a por mi. Solo miró como me iba lejos. Su orgullo fue mayor.
Seguí caminando, hasta que me percaté de que estaba demasiado lejos de casa, tenía que volver. Y mi estomago reclamaba urgentemente cualquier tipo de alimento.
Si, tenía mucho hambre. Y no iba a negarlo.
Giré sobre mis talones con la intención de volver, en los pocos meses que había vivido en Chile sabía a la perfección muchas calles. Tenía muy buena memoria para esas cosas. También como para recordar los errores de las personas.
Por dentro estaba destrozada, la desconfianza que tuvo hacia mi me había roto. Pero no iba a demostrarlo, no iba a derramar ni una sola lágrima frente a nadie. No iba a caer tan bajo. Caminaba por las calles cada vez mas solitarias por el clima que estaba llegando a la ciudad.
Cuando visualice el departamento respiré fuerte. Me mentalize de que no debía mostrar mi debilidad. De que no iba a demostrarle que me era importante. Aunque eso me costade denasiado, yo iba a poder conmigo misma.
Aunque lo amaba locamente. Cosa que jugaba en contra.
Caminé por el frio pasillo, el frío también estaba presente en mi piel. Desearía haber aceptado aquel abrigo de mi novio. Pero no lo hize, esa fue otra cosa que rechaze.
Para mi mala suerte.
Con mi mano temblorosa -no solo por el frío- abrí la puerta, esta cedió al instante haciendo que un ruido cepulcral se hiciese presente.
Miré en el interior y solamente vi a Aly. Ella ya se había percatado de que yo era la intrusa.
-Yo solo... Perdón.- Paré en seco, no me esperaba una disculpa de ella. Ni de nadie.
-Realmente no fue tu culpa, es más, me hiciste darme cuenta de como son las cosas en realidad.- Pude ver su mueca de tristeza por mas que yo estuviera de perfil. Sus dedos golpeaban levemente el cuero del sofá.
Eso era todo el sonido que había en la sala. Demasiado silencio como pueden ver
- Es que. Si yo no hubiera abierto mi boca nada de esto hubiera pasado. Lo siento, lo siento tanto.
-Ya esta, ya pasó todo, no te preocupes.- Seguí mi camino, esa era mi salvación. Encerrarme en el cuarto. Antes de salir de la cocina tomé un gran paquete de galletas. Ese sería mi sustento por el día de hoy.
Cuando logré entrar, cerré la puerta tras de mi, y me derrumbé en la cama. No iba a llorar, nadie se merecía mi llanto. Nadie.
Tomé una almohada, la coloque en mi cara y grité. Grité. Por todos los problemas que ocurrían casi uno tras de otro. Por todas esas cosas que nunca se van a explicar. Por todos esos lindos momentos que desprecie. Por mi mala suerte.
Por los alti y bajos que me depara el destino.
**
No se hace cuanto tiempo que estuve aquí, pero ya el sol empezó a bajar. Eso me preocupa, sospecho que Cristian aun no ha llegado. Y eso deja muchas cosas que decir. Y muchas más aún que imaginar.
¿Y si esta con Erika?, ¿Y si le sucedió algo?, ese tipo de preguntas atormentaban ni congestionada mente a tal punto que causaban un leve dolor. Que poco a poco aumentaba más.
El silencio que invadía todo, se rompía con el constante sonido de mi respiración. Mi calma respiración.
No sabía decir con seguridad si detrás de estas cuatro paredes, es deir en la casa, había alguien más. Nunca escuché la puerta abrirse, pero ningun sonido se hacia oír.
Algo bastante tétrico.
Las galletas en el gran paquete eran ya inexistentes, y la sed se apoderaba de mi. Pronto tendría que salir de mi escondite.
Y tal vez verle la cara a Cristian. Cosa que no era para nada alentadora teniendo en cuenta la situación en la que estabamos. Deplorable.
Había pasado muchl, mucho, tiempo luchando contra mi propia mente tanto es así que no me había percatado del paso del tiempo.
La noche ya estaba en su máximo explendor, pero no podía dormir. Y tenía demasiada sed como para no pensar en otra cosa que no fuera en eso.
La habitación estaba fría, más de lo normal, esto hacía que extrañase aun mas al pelinegro. Solo esperaba que el también sintiese el mal momento por el cual estaba pasando. Algo así como que tambien sufriese. Pero no de tan mala manera.
Mi movil comenzó a sonar, haciendo que pegase un leve grito, me había asustado.
Me reincorpore tan rápido que un dolor momentaneo se hizo presente. Miré el numero de remitenre y era nada mas que Julian.
No era por ser mala pero no tenía muchas ganas de hablar con él, así que deslize el dedo por la pantalla para rechazar. Inmediatanente me arrepenti.
Necesitaba hablar con alguien.
Mi boca estaba seca y mis labios más aún, necesitaba un poco de agua o cualquier líquido.
Tomé el pomo de la puerta y lo giré, todo estaba a oscuras, caminé lentamente hasta que mis ojos se acostumbraron a la escasa luz.
Cristian dormía placidamente en el sofa. Un sentimiento de maternidad se apoderó de mi al ver que su manta se había caído.
Lentamente y sin intentar despertarlo tomé aquella cobija y la acomode sobre él. No podía dejar que se enfermase. Ni aún estando enfadada.
Me encamine a buscar mi glorioso vaso de agua, una vez que lo llené lo bebí directamente. Sin detenerne. Como exagerada.
Me frote los ojos, el sueño gracias a todo había llegado. Caminé de nuevo a la habitación y volví a tirarme en la cama. El frío afuera era demasiado, haciendo que el vidrio se llenase de vapor. Poco a poco los ojos me pesaron y me quede profundamente dormida.
Esperando que pronto todo el problema se solucionase.
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Beiesas ¿Como estan? Bueno, la votacion termino que lo hariamos sufrir un poco mas. Es decir, un intermedio entre esas dos.
Igual ya tengo todos los capitulos de aqui al final terminados.
¡PERDON! Mas de una semana sin subir, me re colgue, acepto sus ofensas y/o insultos hacia mi persona.
Voten & Comenten para mas, las amo❤ (por mas que no suba nunca)
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Fue Cosa del Destino-Xoda y Tu
FanfictionUn viaje llegaría a su vida. Una invitación también. ¿La suerte lo es todo? Aún que, el destino cumple un papel muy especial en esta historia la cual puede llegar a ser un poco extraña para quien la lea. Pero dejando de lado todo, al fin y al cabo e...