ONE SHOTS

Idea Aplazada

Piensa en esa historia que a menudo ronda por tu mente pero al final nunca empiezas a escribir, ¡Y empieza ya!

Ha pasado un año desde que empecé mi presidencia en Ecomoda, después de que Marcela me confesara la otra parte de la historia de Armando Mendoza, hable con él, tenía que entender que yo sí lo perdonaba pero eso no significaba que iba a volver con él, yo no quería ningún lazo sentimiental a su lado, era muy difícil volver al punto dónde estaba enamorada de él, no quería volver a ser esa Betty que confiaba ciegamente en él, que fue usada y lastimada, no quería serlo, después de hablar con Armando, él decidió irse del país un tiempo para sanar, no podía negarselo, yo me aleje un tiempo a Cartagena, él también tenía su derecho.

Después de eso habían cambiado muchas cosas, Calderón nunca más volvió y vendió sus acciones las cuales compramos Nicolás y yo, nosotros habíamos decidido hacer inversiones alternas para generar más ingresos lo que nos permitió mejorar nuestro estilo de vida, me compré un apartamento y empecé a vivir lo que tantas veces me había negado mi estricto padre, descubrí cosas de mi que no conocía, me gusta salir los domingos a caminar a los parques, comer en un restaurante a solas e ir a cine, o ir a una librería para comprar el libro de la semana, con mis papás almorzaba todos los sábados.

Después de dejar ir a Armando las muchachas del cuartel me juzgaron sin piedad, en ese momento fue cuando tome la decisión de cortar la amistad con ellas, siempre era lo mismo, hablaban de mi vida como si les perteneciera y si no tomaba una decisión que les gustaba me presionaban hasta cambiar de idea, es mi vida y no la de ellas, al alejarme del cuartel me volví muy sola en la empresa.

Marcela y Patricia habían vuelto a los dos meses de irse Armando cuando ella se dió cuenta que yo nunca volví con él, recuerdo que ese día llegó a mi oficina y me preguntó que había pasado, yo le respondí con total honestidad, se lo debía después de todo ella lo había sido conmigo, Marcela me miro sorprendida y me dijo que entendía la decisión, desde ese momento empezamos a tratarnos más, empezamos a conocer más de la otra, en los almuerzos salía con ella y Patricia, con esta última la relación al principio era muy tensionante por mi relación con Nicolás, yo fui brutalmente honesta con Patricia le dije que yo estaba feliz que ella no estuviera con mi amigo pues Nicolás merecía una mujer que fuera independiente y capaz de valerse por si misma, no una mantenida, Patricia no me respondió nada y para mí sorpresa lo acepto en silencio, desde ese momento empezó a cambiar, acudió nuevamente a mi oficina pidiendome ayuda para pagar sus deudas y lo logramos, su salario le alcanza y se puede dar uno que otro gusto al mes, Marcela estaba feliz con el cambio de ella, las tres nos hicimos buenas amigas, Patricia me recordaba a Aura María en cuanto a los hombres, pero decía las cosas con un poco más de clase.

Una tarde recibí una llamada, era Daniel Valencia, era la primera vez que hablábamos desde que Armando y yo lo sacaramos de la empresa (nota: después que Betty le dijo a Armando te perdono pero ajá no vuelvo contigo, van juntos a sacar a Danielito, solo como compañeros de trabajo, no existió la frase, es la mujer de mi vida), él me cuenta que desde esa fecha está fuera del país pues le salió un trabajo en Miami, me preguntó cómo iba la empresa y cuando iba a colgar me preguntó por mi, como iba mi vida, hablamos de cada uno y esa fue la primera llamada de todas las que llegaron.

Después de un mes de llamadas diarias empezaron a llegar detalles semanales, unos chocolates, un libro, una revista económica, una flor, una entrada a cine, todas sin remitente, pero yo sabía quién era y cada vez que los recibía sonreía.

Marcela sabía también quien era y todas las semanas cuando sabía que había llegado iba a mi oficina con Patricia para preguntar por el detalle, ella me miraba con emoción.

Está mañana después de analizar todo lo que había pasado en este tiempo, un año de autoconocimiento, me siento feliz con mi vida, con mi trabajo y mis amigos, después de tanto siento que sane todas las heridas que tenía, en ese momento Cata abre la puerta con una sonrisa y un sobre blanco en sus manos, me dice que ella es solo la mensajera, que mi enamorado me lo enviaba porque sabía que era mi mejor amiga, recibí el sobre y lo abrí, era una invitación para esa noche en un restaurante muy elegante, atrás de ella había entrado Marcela con una caja grande y me la entrego, al abrirlo pude ver un vestido color verde esmeralda hermoso y unos zapatos plateados a tono y por último Patricia me entrega una caja más pequeña con unos aretes de esmeralda y una pequeña nota que decía "Llevo meses viviendo de tu voz, meses dónde cierro los ojos e imagino que estás junto a mi, hoy quiero que tu voz venga contigo, sentir tu piel, sentir tu aliento, respirar tu aroma, probar tus labios, hoy por fin depués de tanto quiero tenerte a mi lado", mi corazón acelerado anhela el mismo momento donde por fin podamos vernos, después de tantas llamadas, tantos detalles, voy a poder tenerlo frente a mi.

Llegó la noche a mi apartamento, Marcela, Patricia y Catalina me ayudan a organizarme, estoy muy nerviosa, no sé cómo reaccionaré cuando lo vea, son las 8 pm y suena el timbre, llegó el chófer por mi, me despido, respiro y salgo a su encuentro

Al llegar al restaurante veo muy poca gente y en unas mesas del centro lo veo a él, conectamos la mirada y es como si todos hubieran desaparecido a nuestro alrededor, aceleró el paso y cuando estoy a unos pasos de él me estira los brazos para abrazarme fuertemente, entierro mi rostro en su cuello, puedo olerlo, puedo sentirlo, no sabía cuánto lo necesitaba hasta este momento, nos abrazamos un largo momento, nos separamos para vernos, tenemos una sonrisa radiante y sin pensarlo mucho nos besamos, al hacerlo suspiramos de emoción, sus labios, su sabor.

La cena fue perfecta, todo el tiempo nos tomamos de la mano, necesitábamos tener contacto físico, después de tantos meses a distancia, era más que necesario

Después de la cena lo invite a mi apartamento, no quería que terminara la noche, estando allá los besos suaves se convirtieron en besos húmedos, los suspiros en gemidos, Daniel era un hombre muy apasionado y me volvía loca.

Amanecer en sus brazos fue increíble, sabía que así quería amanecer todos los días de mi vida, apoyada en su pecho, con sus brazos alrededor mío y un dulce beso de buenos días

En definitiva, Daniel Valencia se convirtió en el hombre con el que yo quería estar por el resto de mi vida.

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Esto es algo sorprendente, ahora sí fue corta jajajajajaja

💙