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el recuerdo de cómo conoció a Sunoo siempre será lo que anhelara en su memoria.
enserio estaba enamorado de ese chico, y haberlo conocido fue el mejor regalo que pudo haber recibido. el tiempo que pasó en suwon fue hermoso y mas con el echo de haberlo pasado junto a Sunoo, todo inicio con un intercambio y terminó siendo algo que lo marcaría, que conservaría toda su vida.
recuerda que los primeros días con sunoo él le enseño como era una verdadera experiencia y algo que jamás olvidaría fue cuando le enseño a hacer su comida favorita para los días lluviosos.
como hoy, estaba lloviendo y Sunoo estaba enfermo.
así que no veía la mejor oportunidad para preparle un delicioso udong para mejorar su salud. Sunghoon estaba en la cocina tarareando canciones que salían de su móvil mientras se movía de lado a lado al ritmo de la música. se asustó ligeramente al ver una bola hecha de sábanas a su lado, Sunoo recostó su cabeza en su hombro, estaba envuelto en sus cobijas pues habia dicho que tenía frío.
— ¿qué preparas? — su voz se escuchaba ronca.
Sunghoon dejó lo que hacía para abrazarlo de enfrente — es una sorpresa — acarició su espalda por encima de la tela — deberías estar descansando en cama.
— te extrañé — dijo muy bajito.
lo tomó de las mejillas viendo sus ojitos llorosos y su nariz sorbiente — oye que meloso estas deberías enfermarte mas seguido para ser lindo conmigo.
de pronto Sunoo comenzó a hipear y a lagrimear — lo siento si soy un idiota que no sabe expresar sus sentimientos — oculto su rostro en el pecho de Sunghoon — yo enserio te amo Sungie.
— yo lo sé lindo, yo igual lo hago.
coloco los brazos de Sunoo al rededor de su cuerpo y lo cargó tomándolo de sus piernas — ahora a la cama meloso, sigues malito.
una vez mas estaba Sunoo tendido sobre ese pequeño colchón bien cubierto por las sábanas y las pijamas de su novio, el clima en otras circunstancias lo sentiría muy refrescante pero estaba temblando del frío por una miserable lluvia. tiro otro pañuelo de papel con fuerza a su lado pues se habia sonado la nariz. estaba cansado de que Sunghoon este todo el día limpiando, quería que este a su lado dándole besos y caricias no que este limpiando su entero departamento. Sunoo estaba acostumbrado de ver el desorden el cuarto de su novio y le había dicho muchas veces que no tenía que avergonzarse, aun así estaba limpiando como siempre hacía cuando lo visitaba.
el dolor en sus piernas era tan molesto y su cuerpo estaba ardiendo, el frío desapareció de pronto tanto que quería retirarse las sábanas. comenzó a lloriquear en voz alta, enserio se sentía muy mal al punto de hacerlo llorar como un niño pequeño.
— ¡Sunghoon! — hizo énfasis en la 'a' llorando mas fuerte — ¡Sungie!
el castaño se asomo por la puerta en cuestión de segundos — ¿te sientes peor? ¿qué necesitas? — se veía preocupado porque Sunoo no paraba de quejarse.
