"Amar al otro como a uno mismo es proveer todas las semillas y todos los nutrientes (actitudes) que pueda para que el otro pueda desarrollarse y crecer."
Día a día la cultura asiática obtuvo mayor relevancia ante el mundo, sus nombres sonaban por todos lados al punto en que era imposible no conocer al hombre que le robó la corona imaginaria que por muchísimos años reposó sobre su cabeza.
Sabía que eso no era más que un simple show para darles más fama sin que nadie cayese en cuenta de sus negruzcos propósitos, pero no evitaba que de alguna manera sintiese el ego herido a pesar de que su nombre ya estaba marcado por la voz del éxito. Se suponía que no era tan malo ser el número dos, ¿no?
¿Ahora a quién miraba en el espejo si su mirada ya no era la misma que la del día anterior?
—Sigue tu camino— susurró antes de que su sollozo saliera— esto no debe doler porque no somos débiles, siempre hemos sido los protagonistas de la historia, aunque ese piel amarilla ganara esta vez jamás perderé el estatus, dentro de poco le recordarán quien es el dueño de este monopolio.
Lanzó contra la pared su teléfono de último modelo, el pobre se estrelló en mil pedacitos pero no dejó de funcionar, ordenó a la máquina buscar ese rostro capaz de ganarle un título subjetivo que tanto coraje le provocaba al momento. —¡Alexa, busca a Kim Namjoon!
—Buscando a "Kim Namjoon"— dijo el moribundo aparato antes de hacer encender la enorme televisión colocada justo frente a su cama se encendió enseguida, cada vello en la piel se alzó sin permiso, resultó que su supuesto rival en realidad era una gran veldad.
Unos rasgados ojos marrones provocaron en él la sensación de atracción, ahora comprendía porque la corona reposaba en esa cabeza de hermosos cabellos azabaches...de verdad que quedó prendido de tal belleza exótica. Había dado inicio a un ciclo que nunca iba a terminar...pero el show debe continuar.
"Serás cautivado por todo, ya te he robado el corazón"
El joven líder dormía pacíficamente al lado de su compañero de casa, Taehyung (quien también era su amante desde hace unos cuantos meses atrás), estaban abrazaditos uno con otro compartiendo la somnoliencia en un mismo vaivén. Tuvieron una semana realmente demandante así que ese descanso se sentía muy bien con la compañía mutua.
Antes de dormir, el hombre de veintisiete años habló sus inquietudes al respecto del nuevo título que se le otorgó aquella noche; el menor comprendía sus dudas dado el historial que tenía, hasta cierto punto era normal que dudase de su belleza tras haber sido criticado duramente por su aspecto cuando eran más jóvenes pero él estaba más que de acuerdo con aquel título porque en verdad lo ameritaba, ¿acaso el mundo nunca cayó en cuenta de sus sexys ojos y pecho de ensueño?, era el único capaz de restregarles en la cara que era el único privilegiado de disfrutar ver ese cuerpo todos los días, pasar tiempo con una persona tan hermosa física y mentalmente como lo era Namjoon.
De verdad que estaba enamoradísimo de su moreno, no permitiría que nadie hiciera algo en su contra así que dedicó parte de la noche (tras dejar dormido al mayor) a denunciar páginas y noticias amarillistas que buscaran causarle algún daño.
—Bonito, de verdad que eres muy bonito— besó con suavidad su frente descubierta en lo que trataba de formular la manera en que todas esas críticas xenofóbicas contra ese bello cuerpo se fueran totalmente al carajo— Ninguno en el mundo merece hablar mal de ti, te esforzaste mucho para estar aquí. Esto es injusto, todos son expertos para dañar a quienes no son sus ídolos.
—Duerme Tae— dijo el moreno con voz cansada— deja que hoy ruede el mundo.
Todo parecía ser perfecto, la amenaza a la que tanto le tenía miedo ya había desaparecido, en lugar de tener miedo se sentía atrapado en un juego peligroso donde el poder de la popularidad evitaba al silencio, que dulce era el inalcanzable silencio.
El mundo dejaba su aura esplendorosa apenas habría los ojos porque le recordaba cuan rebajado ya estaba ante el público, siendo el segundón de un concurso absurdo que lograba herir su ego; su rostro estaba en todos lados, arriba, abajo, atrás , ¡en todos lados le perseguían esos ojos dulces!
Estaba consumiéndose a pesar de vivir sólo un día a la vez ,¿cuál era su sueño ahora?, inexplicablemente perdió aquel coraje cuando descubrió al rey de su antigua corona, quedó cautivado con su perfecto físico e incluso se sintió más cercano cuando decidió abrir su perspectiva a la historia de aquel ídolo legendario, vaya que estaba opacado.
Era una fiesta indetenible la que sus seguidores (mayormente hombres de mediana edad) protagonizaban tratando de imponerse sobre el resto de opiniones, intentando humillar al joven moreno que lo traía hechizado y eso le hacía verse como un ser nefasto, tal vez si no tuviera tanta relevancia en el mundo de los estereotipos nadie se metería con una persona tan pura para este globo.
Su cuerpo ahora temblaba de miedo, se sentía más un depredado en lugar de depredador, prontamente el odio hacia sí mismo le llevaría a la ruina, pero no quería terminar tan pronto sumergido en la miseria.
No sin antes lograr probar esos labios adornados por un excitante lunar debajo, estaba perdiendo la cabeza.
—¡Joder Namjoon, harás que me intoxique sin al menos conocerte!, no quiero saber como me irá una vez que logre sentir la suavidad que tus manos tanto profesan, ¿será que verdaderamente te asemejes tanto a dios?
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Amar al prójimo como a ti mismo
Fanfiction"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y más grande mandamiento sagrado; el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Fue nombrado el hombre más guapo de la t...