Tres días, solo transcurrieron tres días desde aquel fatídico día en Doha.
La caprichosa dejó de brillar ese día para la selección y el país. El exceso de confianza pasó factura a gran parte del seleccionado peruano justo en el partido más importante de sus carreras.
Sabían que la decepción era tremenda por parte de su querida hinchada, pero no por eso dejarían de apoyarlos. De los golpes más duros es donde uno gana el coraje de seguir luchando.
La blanquirroja volvería con más fuerza y con una gran lección de antemano.
Christian quisiera poder entenderlo de esa manera, pero sabía que era imposible. Los pensamientos intrusivos desde ese día lo atormentaban.
Todo se volvió borroso en su vida cotidiana y lo único que se repetía constantemente como un cassette dañado era su lesión antes de la tanda de penales y cuando terminaron.
El trauma de fallar ese penal en el mundial contra Dinamarca quedaba corto con todo lo que sintió ese día de la eliminación.
...
El camerino estaba casi vacío, todos los muchachos fueron hacia las duchas para intentar refrescarse y secar las lágrimas que sabían muy bien que no se detendrían al menos por unos días.
Mientras que el 10 de la selección, el gran "Aladino" decidió quedarse solo en un rincón de las bancas para poder botar toda su rabia y lágrimas a más no poder. Abrazando sus pequeñas piernas con su cabeza apoyada en ellas para evitar que alguno de sus amigos lo viera en ese estado. Odiaba que lo vieran débil.
"La cagué, la hinchada me hará mierda. Maté un montón de ilusiones por mis cojudeces. Soy un reverendo huevón"
—¿Cholito? —Esa voz, dulce y grave con el acento italiano que amaba escuchar todos los días desde que se conocieron en la Videna. Su hermoso bambino, al que también decepcionó.
No podía mirarlo directo a los ojos por el temor a soltar más lágrimas de las que ya tenía en sus ojos. Prefiriendo dejar su mirada en el piso perdiéndose en sus pensamientos abrumadores.
—Mírame, cholito. Por favor. —La voz de Gianluca casi quebrándose al final. Sus expresiones no eran para nada ajenas al más pequeño. Ojos rojizos del llanto y una parte de su corazón siendo arrancada de él por el triste final de la selección que lo acogió.
El más bajo solo movió su cabeza en negación y cerraba con fuerza sus ojos para esquivar su mirada. Su boca haciendo un leve puchero como un niño después de un duro castigo por parte de sus padres.
Pero de pronto sintió como sus suaves mejillas eran atrapadas por las grandes manos de su novio, en un intento para lograr, aunque sea que lo mire.
No tuvo opción, abrió sus lindos ojos caramelo que Gianluca amaba tanto y sus lágrimas salieron en cantidad. No era necesario alguna palabra para saber que su amado cholito necesitaba un gran abrazo, solo eso.
El trujillano sabía perfectamente que con Gianluca no tenía que fingir esa "hombría" que tanto el público cerrado de mente le exigía tener.
Y Gian correspondió a ello. Ese abrazo lleno de muchas emociones como el de Quito o el de Lima contra Paraguay. Ese tipo de abrazos que hacía que por unos momentos fueran uno solo contra el mundo.
Ahora tenía un sentimiento diferente. Sus manos acariciando suavemente la espalda tensionada de su cholito.
El 10 escondió su cara en el cuello de Gianluca, siendo este mojado por su amante, pero era lo que menos le importaba en este momento. Bajos hipos y sollozos fueron soltados por su cholito mientras apretaba el agarre del peruviano.
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Fuera de tiempo [Lapacueva]
RomanceAmbos han estado trabajando en sí mismos por meses. El trauma persistía. Pero querían superarlo, juntos.