•Labios Cereza•

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Ser exitoso en el rubro laboral no es garantía de que tendrás felicidad y plenitud en todas y cada una de las facetas de la vida; pero el tan codiciado y gran productor de la nueva generación en la Industria Musical Coreana, Agust Min, no armonizaba con esa idea.

Podía constatar firmemente que era cierto eso que tanto decía la gente; de nada servía poseer toda la riqueza del mundo entero si no había nadie, ahí a su lado, que la disfrutara con él pero tampoco estaba dispuesto a compartir lo mejor de él con cualquier persona solo por no estar solo.

Por eso hasta el día de hoy su único compañero de aventuras y vivencias, digno de su tiempo y atención era y sería el...

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Desde sus inicios como Idol, en aquella agencia que no tenía la pinta de un futuro prometedor, Agust Min se había jurado ser el mejor para poder poner en alto el nombre de su empresa y consolidarse como el más exitoso de su país. Hoy 10 años después, gozaba de el gran reconocimiento con el que alguna vez anhelo; la fama y una gran fortuna conformaban eso.

¡Pero había algo que aún le hacía falta! Algo que después de haberlo "conseguido todo" aún no le dejaba satisfecho.

Durante el tiempo que fue Trainee, y sus primeros años como Idol en aquella agrupación que lo había puesto en el mapa, llego a su vida ese chico de espalda ancha y risa absurdamente escandalosa. Mucho a decir verdad según su criterio. Ese chico, llamado Kim SeokJin era todo lo contrario a su personalidad, tanto que en muchas ocasiones le llego a parecer molesto. El tipo todo el tiempo estaba diciendo chistes malos y riendo sin parar.

El ambiente en la empresa siempre eran una quietud y serenidad impecable, pero una vez Jin se atravesaba el umbral de la entrada, el aura del lugar cambiaba en un 200%, y él lo único que quería hacer era esconderse en aquel pequeño y provisional estudio que el PD le había asignado. Ahí el chico no intentaría emboscarlo o trataría tener algún tipo de contacto con él.

Error.

A Jin, poco le importaba la apatía de Min, no lo tomaba como algo personal, así que se había propuesto acercarse a como diera lugar. Todos le decían que no cruzara la línea con Agust si no quería recibir una mala cara o en el peor de los casos una ensarta de maldiciones y un portazo en el rostro, pero vamos, era SeokJin. A el poco le importaban esas nimiedades. Era su mayor reto, y más allá de eso debía admitir que sentía una ligera y curiosa atracción por esa aura misteriosa y llena de serenidad que cargaba el peli-naranja.

Con el paso del tiempo, Jin y su perseverancia supieron ganarse a ese tan antipático ser y se habían vuelto muy cercanos, a pesar de que aunque cada uno correspondía a distintas agrupaciones y el coincidir en el trabajo, aún estando dentro de las mismas instalaciones era relativamente escaso. Sin embargo eso no representaba una traba para ninguno.

A todos los empleados del lugar les resultaba gracioso ver a esos dos ir a cenar sin falta cada fin de semana de manera rutinaria. Era bien sabido que Agust no era un tipo de muchas palabras, al menos no en la vida cotidiana, porque en su profesión como cantante/rapero sí que era un As, y Jin a viceversa, hablaba hasta por los codos. Dos personalidades tan opuestas como el agua y el aceite, pero que la vez encajaban a la perfección y se complementaban como el hacha al leñador y su bolígrafo y poesía al escritor.

Aquel junio 09 del 2021, después de las tantas indirectas de parte de él peli-moreno hacia Min, las cuales este no percibía del todo y si lo llegaba a hacer después se le olvidaban, se decidió a hacer aquello que tanto tiempo le estuvo carcomiendo, y que  después de reconsiderarlo por un buen tiempo, por fin junto la suficiente cantidad de valentía y coraje que mucho le había costado e hizo conocedor a Agust de sus latentes sentimientos por él.

Cherry Lips °•||JinSu||•°  ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora