Ya No Seras Un Esclavo >>Gonkillu<<

1

Siguio pasando el tiempo hasta que cumplí 14 años y aquí estoy, matando personas como si fuese lo más divertido del mundo

KILLUA ZOLDYCK:

Estaba en mi celda haciendo calentamientos para ir adaptando mi cuerpo a la movilidad hasta que escuche los pasos de un guardia caminando por el pasillo de las celdas. Pare en seco y voltee mi cabeza, para verle

—Killua prepárate ya casi será tu próximo combate— dijo para después tomar asiento en una silla de madera que yacia junto a mi celda

Bufé —Esta bien— le respondí, ¿¡Acaso no vez que ya lo estoy haciendo maldito imbécil!?

A mis 14 años ya era un conocido peleador en la arena en Tokyo, muchos me conocían y apostaban por mí sin dudarlo

Escuche un estruendo afuera, eso daba la señal de que una pelea había terminado, ese era el sonido de las vallas metálicas abriéndose bruscamente.

El hombre suspiro y se levanto de la silla para después sacar unas llaves de su cinturón —Parece que ya es hora de que salgas—dijo abriendo mi celda para dejarme salir, me sentía como un perro de pelea, solo podía ver la luz del sol cuando debía de matar a otro perro

Mire de reojo al guardia mientras salía de la "jaula" el era uno de los cabrones que abusaba de mi pero desde que me hice más fuerte no se atreve ni a rozarme

Caminé por el oscuro pasillo de piedras, la luz de la salida me cegaba los ojos y no pude evitar bajar la mirada y saborlos cuando sali a la arena. Después de tanta oscuridad una mínima luz me dejaba ciego como un topo

En el momento que lo hice escuché varios gritos de los espectadores que estaban sentados esperando a que matase a mi oponente, aún el no había salido ¿Tendrá miedo? Rei por dentro, seguí avanzando tranquilamente hasta llegar al medio de la arena

Cuando fin salió al igual que hice yo el se vio obligado a bajar la mirada por el sol, era el tipico tio musculoso de poco cerebro se le veía a la legua era un imbécil musculoso

Cuando él estuvo frente a mi sonrei
—¿Así que tú eres mi nueva presa?— transforme mis uñas en afiladas garras —terminemos esto rápido ¿si?

—Tsk, vaya niño engreído— se trono los dedos de las manos —Mereces que te torture hasta que me ruegues morir

Solo me limité a verlo seriamente y luego bufé acompañado de unas carcajadas —Venga el público está ansioso

Este gorila me lanzo un puñetazo el cual esquivé doblando mi espalda hacia atrás y al subirla de nuevo di un salto para retroceder

—¿Estás huyendo? Solo eres un hablador como todos

El se fue acercando a mí y cuando estuvo lo suficientemente cerca intento agarrar mi cuello pero yo me agache y con mis afiladas garras atravesé su pecho, un chorro de sangre salió disparado por la presión y empapó mi rostro

Rápidamente todos los espectadores se pusieron eufóricos y se levantaron de sus asientos impresionados

Debía de volver, comenze a caminar hacia el pasillo oscuro del cual anteriormente habia salido