La evolución de un goblin.

El Resplandor Rojo.

El bosque conocido como el resplandor rojo, se ubicaba a unos diez kilómetros al sur de la ciudad, su nombre es debido a que durante el amanecer y el atardecer, los árboles tiende a iluminarse de un color rojizo debido a la extraña poción que toma la luz solar en aquel lugar. En un sitio tranquilo, pero en los últimos días se han vistos que por las noches, extraños sujetos hacen raros rituales en aquel sitio, esto es debido al efecto mágico que supuestamente la iluminación de los árboles producen en el mana, y en las fuerzas caótica.

Pero aquel lugar era unos de los pocos sitios cercano a la ciudad, en el que se podía conseguir los cristales rojos, un tipo de mineral ya cristalizado que salían de las rocas de aquel lugar, aquellos minerales a parte de ser cotizado por los ricos para crear hermosos accesorios, también tenían otras utilizadas que Elentari, conocía bien, ya que cuando fue en tiempo pasado un goblin, había experimentado una mentado con estos, así que la ellfo tribal era consiente de los beneficios que podía traer estos minerales, y también de sus desventajas.

La elfo tribal había aceptado la misión de recoger los cristales rojo, y se había pegado a ella el chico llamado Thunder, que parecía ser un buen espadachín, pero un hablador y un idiota, el tipo hablaba de pura situaciones extrañas, y auqnei el había dicho que lo ignorarse si hablaba de aquello y aunque Elentari estaba de acuerdo con esto último, para averiguar lla era complicado aguantar por toda aquella verborrea sin sentido que lanzaba el joven.

«Elentari, gustar volver ser goblin, para matar a tipo molesto», pensó la joven Elentari, lamentándose de no tener esa atribución primitiva para poder matar a un aventurero, ya que al ser parte de una sociedad "civilizada", como la que estaba viviendo esto no era legal.

-Y entonces yo tome el rango de paladín... -El chico continuó hablando hasta que fue interrumpido por Elentari.

-Llegamos-Elentari al fin pudo acabar momentáneamente con la cháchara de su compañero.

Antes los ojos de los dos muchachos, se podía visualizar un amplio bosque de árboles tupidos que se alzaba hacia el cielo y tapaba la luz del sol, al ingresar al bosque la joven Elentari, tuvo un mal presentimiento, el instinto primitivo que aún conservaba la joven elfo, le decía que algo andaba mal en aquel lugar. La joven Elentari si aún fuese un goblin, obedecer a su instinto de supervivencia, y saldría corriendo del lugar, pero ahora tenía una misión, así que en contra de aquel presentimiento, decidió seguir avanzando por el bosque, aunque con mucha atención de sus alrededores.

Al caminar un poco más por el bosque, este se hacía cada vez más oscuro y aunque el lo quería admitirlo, el sentimiento del miedo invadía el cuerpo del joven Thunder, esto fue notado por Elentari.

-Miedo bueno para sobrevivir, pero es encía atrae problema-Elentari miro de reojo a su compañero y agregó-Olor miedo, fuerte en ti.

-Cómo crees, creo que te has equivocado, no tengo miedo -Le contestó con cierta molestia Thunder que se adelantó a su compañera y agregó-Yo el elegido por la diosa, nunca he tenido miedo, pues yo...

En aquel momento se escucho un ruido proveniente de unos arbusto, esto sorprendió a Thunder ha tal grado que se escondió detrás de Elentari, la cual al ver el cambio repentino de su compañero, suspiro con cierto fastidio y se preparo para lo que se encontraba detrás del arbusto, del arbusto salió un conejo de color rojo, que hizo que el joven Thunder, suspirar a aliviado y recobrando su coraje se acercó al conejo con mucha confianza.

-Es solo un patético conejo-Thunder se puso delante del conejo y sonrío-Vaya que susto te has dado Elentari, solo por un conejo.

-Susto tu, y cuidado con criatura roja-Elentari aún mantenía su espada enfundada y su posición de ataque.