Rayita es una chica millonaria que tuvo todo lo que podía desear, menos el tiempo y atención de sus padres y tras una serie de suceso conocerá a Izuku Midoriya quien se convertirá en su mejor compañía, pero... Que les quitaría las diferencias social...
Narra T/n Iba cojeando por los pasillos mientras Izuku me sostenía, después de lo que me dijo en el campo de desastres no dijimos ni una sola palabra, habíamos llegado a la enfermería, mientras Izuku pedía permiso para entrar mire el letrero al lado de la puerta, era bastante interesante... Luego de que una voz nos dijera que pasaramos, entramos, estaba siendo demasiado cuidadoso conmigo, bueno... Es parte de su trabajo, me ayudó a sentarme en la camilla, la silla frente a nosotros se giró mostrando a una señora mayor pero bajita con un bastón
Recovery Girl: vaya... Que te hicieron en el cuerpo muchacha... - se acercó a nosotros, yo solo atine a sonreír nerviosa sin saber que responder - puedes regresar con tus compañeros - se dirigió a Midoriya - no creo que quieras ver el chequeo general de la señorita - le lanzó una mirada coqueta, no pude evitar sonrojarme al saber que me iba desnudar delante de él - además debe descansar después de que la cure
Izuku: si-si e-entiendo - hizo una reverencia rápida - nos vemos más tarde entonces... Ánimo... - asentí, acaso también tenía las mejillas sonrojadas?
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T/n: nos... Vemos... - en realidad nunca me habían dicho esa palabra, ni siquiera mí propio padre, solo decía que era mí deber aprender esto y aquello, escucharlo decir eso fue como si realmente se preocupara por mí y que me esforzará en lograr lo que realmente quería
Recovery: esto no te va a doler - me quité la casaca del uniforme deportivo para que notara el resto de las quemaduras que tenía, en cuanto menos lo noté había plantado un beso en mí mejilla, el ardor de las quemaduras en todo el cuerpo, cesó pero aún así me sentía muy cansada, me ayudó a acomodarme en la camilla y me dormí al instante
Salí de la enfermería dándole las gracias a Recovery Girl, fue muy amable conmigo y no dejó que las quemaduras me dejaran cicatrices, iba de regreso al salón pero al parecer las clases ya habían terminado, a lo lejos venían Uraraka y Momo, con mí mochila...
Momo: estás bien? Que bueno que no te dejo cicatrices - tomó mis manos
Uraraka: traje tu mochila, sabes... Tu don es increíble!
T/n: gracias...
Momo: ganaron... Pero por qué no estás feliz?...
T/n: no pasa nada... - tomé mí mochila
Uraraka: no le hagas caso a Bakugou, el es muy envidioso - hizo una mueca, no pude evitar reír
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