Meses después
Hace unos días había nacido el bebé de Jisoo y Nayeon.
- No me gustan para nada los hospitales. - Comentó Nayeon. - Me alegra que ya estemos en casa
- Y con nuestro hijo. - Jisoo cargaba al bebé mientras Nayeon descansaba en la cama
- Es tan lindo y es muy tranquilo
- Esperemos que siga así. - Sonrió
- Disculpe que interrumpa señorita Kim, en la sala hay una mujer que quiere verla. - Avisó una de las empleadas
- Iré a ver quien es, aprovecho para darle de comer a este niño tan guapo. - Jisoo salió de la habitación para ver quien la buscaba
- Hola Jisoo buenos días. - Era Rosé
- Hola Rosé. - Saludó también. - ¿Qué haces aquí?
- Me enteré de que tu hijo ya había nacido, así que quise venir a dejarte este regalo. - Se lo entregó
- Muchas gracias Rosé, no te hubieras molestado
Rosé se acercó a la pelinegra para poder ver a el bebé.
- Es muy lindo, se parece a ti. - Sonrió al verlo. - ¿Crees que pueda cargarlo? - Preguntó
- Claro que sí. - Con cuidado se lo entregó en sus brazos
- Hola guapo. - Decía Rosé al bebé. - ¿Ya decidieron como se llamará? - Preguntó
- Se llama Seokjin, Kim Seokjin. - Respondió
- Que bonito nombre, me encanta
- Lo escogí yo y a mi esposa le gustó. - Esa era Nayeon
- Hola Nayeon. - Saludó Rosé. - Solo quise venir a conocer a su hijo y traer un par de regalos para él
- Muchas gracias Rosé. - Agradeció
- Bueno yo me tengo que ir. - Dijo Rosé entregando el bebé a su madre. - Gracias por recibirme y felicidades por su bebé, es muy lindo
- Gracias Rosé, nos vemos después. - Se despidió Jisoo
- Nos vemos. - Salió de ahí
- No me gusta que esa mujer venga a nuestra casa, mucho menos que este cerca de ti o de nuestro hijo. - Comentó Nayeon
- Solo quiso ser amable Nayeon, quería conocer a nuestro hijo y le trajo unos regalos, no seas así con ella
- Tienes razón, perdón
- Bueno ahora si el pequeño Jin tiene que ir a comer y usted señorita tiene que volver a la cama y descansar. - Besó sus labios. - Ve a la cama por favor. - Sonrió
***
- ¿Qué haces aquí Somi? - Preguntó Jennie al verla entrar a su oficina. - Ya déjame en paz
- Nunca le daré el divorcio a Lisa, nunca vas a lograr casarte con ella
- Ella me ama a mi, todos estos meses nos hemos estado viendo, hemos estado juntas tantas veces
- ¡Cállate! Eres una descarada, te estás metiendo con una mujer casada y que muy pronto tendrá un hijo, debes dejarla en paz, ella tiene que estar conmigo y al lado de su hijo
- Lisa solo quiere estar lejos de ti, no de su hijo, por cierto Somi ¿Cuántos meses tienes? - Preguntó acercándose a ella. - ¿Puedo tocar?
- ¡Aléjate! - Gritó. - No puedes tocarme, soy muy sensible, ni siquiera a Lisa le doy permiso que me toque