1.2 Noche de celos

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La noche siguió transcurriendo y cada vez estaba más borracha. Tenía que desahogarme, han sido semanas de mucho estrés y mucho esfuerzo.

Tome un sorbo a mi copa, miro hacia la pista de baile y veo como Arthur está bailando muy pegada, una chica, sus labios están a escasos centímetros. Una punzada de celos me recorre y hace que me acerque al primer chico que vi, estaba cerca de la puerta, quedaba a la entrada del hotel. Le toqué el brazo y él se giró. No me fije ni quien era lo bese y él me siguió, sentí un escalofrío y en mi estómago cosquillas. Le miro a los ojos cuando nos separamos y veo a Max Verstappen, sentí como mis mejillas ardían.

-¡Oh Dios mío! Max lo siento, estaba enfadada, bebí mucho y hice lo primero que se me pasó por la mente -lo miro toda sonrojada y él sonríe al verme en esta situación -

-No te preocupes, te entiendo mala noche -dice mirando a la pista de baile -

¿Cómo sabe que estaba celosa? ¿Me había estado observando? ¿Por qué siento celos por Arthur?

-Te acompañó a la habitación, estás muy borracha -

-Está bien, pero...-miro a Arthur como seguía bailando con la chica, me negaba a pedirle las llaves -No tengo las llaves, tendré que quedarme -di un paso y perdí, él equilibró sino fuera por Max me hubiera caído -

-No estás muy bien, ven te llevo a la mía, yo duermo en el sofá -

Me agarra de la cintura y me levanta como un bebé. Sale por la puerta y entra al ascensor. Cuando llega a la habitación me baja para poder abrirla. Entro con cuidado de no caerme, la habitación era exactamente igual a la mía.

- Toma, ponte, esta camiseta estarás más cómoda que con ese traje -Se giró para que me pudiera cambiar sin que me viera, pero al intentar quitarme la cremallera no pude -

- Me ayudas Max -se gira y desabrocha el traje, sentir su aliento en mi cuello me puso nerviosa. Me pongo la camiseta y después dejo que se caiga el traje, aunque Max no estuviera mirando, lo hice por si acaso -Gracias Max por todo -

- Es una forma de que me perdones por lo arrogante que fui antes -se sienta en el sillón y me mira -

No fue para tanto, eres muy guapo, normal que tengas tanto ego -mierda, acabo de decirle guapo en toda su cara. Me tapó la cara de la vergüenza y él se ríe -No pienso dejar que duermas en el sillón -intente cambiar de tema -

- No pienso dejar que mi invitada duerma en el sillón -

- Pues duerme conmigo en la cama -me sonrojé haber como sonaba y lo vi nervioso -Mitad de cama para ti y mitad de cama para mí, no acepto un no por respuesta -

- Está bien -se levantó del sillón y me cargo hasta la cama -

- Podía yo -dije mientras me soltaba con cuidado en la cama -

- Casi no puedes ni mantenerte en pie, confía en mí -se acostó al lado mío y del frío me acerqué a él -

-Tengo frío -dije mientras me temblaba el cuerpo -

- No tengo más mantas, pero si quieres te puedes acercar más a mí -en otra ocasión me hubiera negado, pero tenía mucho frío y no me podía negar -

Me acerqué lentamente y apoyé mi espalda en su pecho, no sé si por él siempre hecho de estar nerviosa sentía más calor.

No sabía como ese simple beso me iba a cambiar la vida y como también la fastidiaría. En fin, Max iba a sacar un lado en mí que ni yo conocía.

Fin de CarreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora