CAPÍTULO 6.

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      Los rayos de sol se filtraban por las orillas de las falquillas de la ventana, ese resplandor de luz pegaba en mi rostro indicandome que ya había amanecido. Si, era las siete de la mañana, me estiré un poco en la cama para luego asearme y dirigirme a la cocina para preparar desayuno.

    Abrí el refrigerador y con la vista le hice un recorrido para ver con que contaría ese día para el desayuno; no contenía más que cuatro huevos y un pan que ya estaba duro, pues era del día anterior. Tire los huevos al sartén y calenté el pan esperando que mis hijas se levantaran; de repente el ruido de alguien tocando la puerta me sorprendió, ¿Quién podría ser ? ¿Quién  podría visitarme tan temprano?

__ ¡Sra. Mina! ¡Sra. Mina! __ gritó un chico. Abrí la puerta y un jovencito de unos quince años estaba allí parado con un saco a su lado.
__ ¡Si, buenos días! ¿Qué quieres?
__ Hola, o buenos días,  soy Ender ,¿Es Ud. la Sra. Mina?
__ Si, soy yo.
__ Esto le enviaron de la hacienda El Porvenir, es para lavar y plantar, el Sr. Juan dijo que Ud. hacía ese trabajo.
__ Ok, de acuerdo, pero hay que contar las piezas. Pasa para el patio con el saco para contar. __ Era un saco enorme, entre ambos lo llevamos hasta el patio, luego comenzamos a contar y a separar las piezas de ropa; después de unos minutos miro hacia la cocina y veo a Milen que habla con alguien que no logro ver, pensé que era Sergio que había llegado; pero no, volvi a mirar bien, y no lograba ver a nadie.  Terminé de recibir la ropa y el chico se fue;  de inmediato camino hacia la cocina con mucho cuidado, quería ver con quién hablaba mi hija.  Sin embargo, al entrar no vi a nadie,  era sorprendente como mi niña estaba hablando sola,  me pareció que ese era un hábito de personas mayores.
__¡ Oh! Mi niña se ha levantado temprano. __ la abrazo dándole un besito en su mejilla. __ ¿Con quién hablas?
__ Con mi amiguito.
__ ¿y dónde está tu amiguito?
__ Está ahí, mami. __ Milen mira hacia un lado __ ya se fue.
__ Y ¿Cómo es tu amigo?
__ ¡Tiene un traje azuul y es pequeño!
__ ¿Cómo se llama tu amigo?
__ Se llama El.
__ Pero El no es un nombre.
__ Así se llama mi amigo,  El.

__ Ok, como tu amigo se fue, mejor vamos a buscar a Michelli para que juegues con ella y así no buscas amigos imaginarios.
     
       La tomé en brazos y la llevé hasta la habitación, ya Lila estaba
despierta y se la deje  a ella. Luego de unos minutos me fui al patio trasero donde una batea de concreto arrimada a un árbol y sobre unos bloques me esperaba para comenzar la tarea de lavar la ropa. Era un trabajo silencioso que me permitía pensar mucho y es ese momento que varias ideas invadieron mi mente. Había escuchado alguna vez algo sobre  los niños con amigos imaginarios; pero nunca  pensé que le sucediera a una de mis hijas. ¿Eso era algo normal? O ¿ Será una enfermedad psicológica ? Pues, no lo sé ,pero, en ese pequeño pueblo no habría nadie que me pudiera dar respuesta a eso. Opté entonces por olvidar el asunto y concentrarme en el trabajo que tenía que entregar.

       Poco después llegó Sergio,  el primo de las niñas, comenzó a jugar con ellas a las escondidas, correteando alrededor del tronco del árbol caído. Aunque el era un chico grande, prefería que jugaran con él, a que inventaran amigos imaginarios.

       Luego me lleve los tobos llenos con ropa para tender, al regreso solo las niñas estaban jugando en el tronco; sin más, deje los tobos y me dirigí hacia la sala, encontrándome con una  sorpresa.

__ ¿Qué sucede aquí?¿Qué pasa?__ los chicos estaban a punto de besarse,  él  tenía agarrada la mano de Lila y al momento que les hablé, un sobresalto se generó en ambos, delatando sus nerviosismos al tiempo que sus rostros palidecieron. Evidentemente tenían o comenzaban una relación amorosa.
__ ¡No pasa nada, mami! __ responde Lila un poco nerviosa.
__ ¡ No, Sra. Mina, disculpe! ¡creo que fui yo que me sobrepasé! __ dijo Sergio separándose de Lila. __ Tengo  que irme volveré mañana.
__ Ok, Sergio mañana quiero hablar contigo. __ el chico salió apresurado, miré fijamente a Lila de manera interrogativa, esperando que me explicara,  que dijera lo que ya me imaginaba.

__ ¡¿Aja, ahora dime?! ¿ Qué se traen ustedes? ¡¡Explícame!! __ le hablé con voz alta, estaba segura de que hubo un roce romántico entre ellos.

__ ¡Ok, mami! ¡ Si, Sergio y yo estamos enamorados! Pero nada más, no hemos tenido sexo y esas cosas. __ Se veía nerviosa con los ojos humedecido de lágrimas.

__ ¡Oh, hija! __ la abracé para que sintiera confianza y poder conversar con ella, luego la mira los ojos __ ¿Cómo es eso que te enamoraste? Tú estás muy chica, tienes quince años.
__ Si mami, pero me gusta Sergio.
__ ¡Fue mi culpa! ¡No debí dejarte sola en casa!¡Y menos con un chico!
__ ¡Pero mami, algún día va a pasar!__ ya más calmada.
__ Si, algún día,  no ahora. Es que no quiero que te pase lo que a mí,  te tuve  muy joven,  y no es que me arrepienta, es que quiero un mejor futuro para ti, que estudies.
__ ¡¿Aquí mami?! Aquí no hay donde.
__ No, quizás cuando nos vayamos de aquí,  no será este año,pero si para el próximo, te lo prometo.
__ No te preocupes, es solo un novio, no voy a salir embarazada.¡ Te lo juro! Bueno hasta que me case.
__ Aún así, no estoy de acuerdo. Hablaré  con Sergio; no puede seguir viniendo.
__¡ No mami, no hagas eso! Igual en algún momento nos veremos.
__ Ok, voy a pensarlo, mañana decidiré.

      Las preocupaciones continuaban,  ahora Lila y el enamorado. ¿Qué otra cosa me podía pasar?  A medida  que pasaba el tiempo y llegaba la noche, mientras hacía los quehaceres mis pensamientos estaban en el problema de Lila.  Me acosté pensando en la situación,  todos dormían y yo dando vueltas en la cama sin pegar un ojo, pensaba tantas cosas que no sé cómo comence a analizar mi vida, preguntándome ¿ cómo había llegado a esa situación? Yo, una joven nacida y criada en una ciudad vine a parar a un pequeño pueblo. Recordé que todo empezó cuando salí embarazada de Lila y mis padres me echaron; si, había cometido muchos errores, pero me habían dejado un tesoro muy grande: Mis hijas; aunque no quería que Lila viviera lo mismo.
Eran como las once de la noche cuando de repente escucho un ruido en el techo; me quedo quieta,  en silencio para escuchar mejor, vuelvo a escuchar como si alguien caminara sobre el techo, ¿ Sería un ladrón? No sé,  pero que nos robarían, si todos en el pueblo saben que no tengo dinero.

      Miro a las niñas y estan dormidas, muy despacito camino hacia ellas y las cubro con sus mantas, en el justo momento que vuelvo a oír como cruge el techo de zinc a medida que avanzan los pasos sobre él , me quedo en silencio, inmóvil,  solo escuchando; mientras me invaden los nervios, la desesperación y la curiosidad de saber quién es . Quiero salir y ver de una vez por todas quién camina sobre el techo; sin embargo, pienso nuevamente en mis hijas, porque al abrir la puerta las pondría en riesgo a ellas. Me decido y camino  lentamente hacia la sala, levanto poco a poco la cortina de la única ventana que da vista al frente ,  asomandome despacio para ver con la luz del único bombillo que está encendido en la casa, además de la luz de la luna que iluminaba la noche. No puedo visualizar nada extraño; todo se ve normal, menos los pasos que había escuchado.

      Los minutos parecen horas mientras sigo a la espectativa, luego pienso:
     "Mejor busco un cuchillo y espero que entre, y es ahi cuando lo atacaré; el que sea, cree que por que estoy sola me va a venir a joder. "

       Camino despacio sigilosamente hasta la cocina, tomo un cuchillo y el palo de la escoba, y me escondo en un rincón, todo está en silencio;  pero, de repente, vuelvo a oír los pasos, esta vez como si fueran dos personas: uno se oía en el techo de la habitación y el otro en el techo de la sala ; al oír esto , el frío del miedo invade mi cuerpo y mi corazón  acelerado me hace respirar profundamente, no estaba preparada para enfrentar a dos ladrones, ¿ qué  podía  hacer? Respiro profundo de nuevo y camino hacia la habitación, me siento en la cama,  veo a mis niñas que aún duermen, y con el cuchillo en una mano y el palo de escoba en la otra espero...

     "¡ Si entran tendrán que matarme para conseguir lo que quieren...!"

      

      

     
     

   LAS HIJAS DE MINA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora