Al comenzar lo que en mi mundo era una pérdida de tiempo, en el de ellos es una aventura con mucha importancia. Aparecer mi presencia no era demasiado llamativa pero de cualquier forma puedo seguir aquí por protección, aunque siempre estaré más que protegido por mí mismo.
Se supone que debería tener una habitación que había empezado a construir en esa hermosa torre de cristales azules rodeada por el mar. Tenía una cama, que para mí era inútil ya que no necesito dormir. Esta misma habitación era pequeña, pero al mismo tiempo cómoda.
Recosté mi cuerpo cansado sobre la cama, era como rozar una nube, como si pudiese flotar en el mar por siempre y como si mis problemas terminaran...
–Vaya, que fuerte dolor de columna –Suspiré, soltando un quejido y apretando los parpados al sentir la contracción de mis huesos.
Luego de levantar mi torso para quedar sentado en el lugar, observé perdidamente los libreros que se alargaban por un pequeño pasillo que daba a una estrecha puerta. Mi cuerpo sintió un pequeño escalofrío, cada bello de mi espalda se erizó, dejándome algo alarmado. Tenía que saber que podía haber detrás de ella.
Por debajo de mi túnica una sombra larga con un ojo que estaba conectado a los míos, se extendió hasta la puerta pasando por debajo de las sucias maderas que tenían clavos salidos y un poco de superficie mohosa. Por el momento no había más nada que una obscuridad espesa, el ambiente se sentía frio y aterrador, encantador...
Sentí la necesidad de ir yo mismo a ver qué pasaba, me dejé ir hacia la puerta lentamente levitando para que mis pasos no fuese, escuchados, con telequinesis ordené a que la puerta se abriera de golpe frente a mí, lo que sea que estaba ahí no iba a escapar con vida...
–¡Sal ya! Déjate de juegos, mientras más quieras jugar conmigo, sentiré más placer al destruirte – Exclamé con voz fuerte que se tornaba demoníaca, mientras las palabras salían de mí.
Al mismo tiempo, mis ojos se tornaron de un rojo intenso, como dos rubíes que brillaban en toda la obscuridad que rodeaba gran parte de la habitación aparentemente vacía.
–Oye, oye... Relájate amigo, solo quiero darte un regalo de bienvenida al equipo –Comentó chico bestia, mostrándose de nuevo en humano, luego de ser un pequeño mosquito Anofeles, revoloteando por la habitación –Solo eres tú, entra y cierra la puerta. No sé ni cómo estas dentro de mi habitación que debería ser privada, si querías sorprenderme cosa que no lograrás, te recomiendo evitarlo si no quieres terminar en medio el espacio exterior tratando de conseguir oxigeno que no encontrarás... –Di esa pequeña advertencia, para que supiese cuál es su lugar junto a mí y el de todos por igual. Sé que los humanos tienden a compartir comentarios de desaprobación de otros como si estuviesen en la posición de juzgar siendo tan defectuosos.
–Deberías intentar ser menos agresivo, un poco más pacífico con tus amigos. No todos queremos hacerte daño –Su voz se tornó más amistosa, cariñosa y un poco despreciable. Estaba siendo amable conmigo –No recuerdo haber pedido amigos, pedí ser un miembro de su grupo. –Solté, con la mayor capacidad de desagrado que alguien puede resistir.
El chico de piel verde rascó su cabello en señal de incomodidad y bajo la mirada igualmente, estaba por irse cuando lo detuve con una de mis sombras que tomó su mano.
–Tampoco te dije que te fueras. Dime, ¿Que querías darme?... –Mi voz se tornó neutra nuevamente mientras que dejaba que mi cuerpo reposara sobre la cama estando sentado en ella –No creo que te importe, de todas formas creo que Robin podría dártelos mejor –Caminó diciendo todo.
Me enfurece que me desobedezcan, así que no me iba a quedar callado y mucho menos sin hacer algo...
–No te dije que te fueras –La puerta frente a él se cerró de golpe y me acerqué hacia él para intimidarlo –Que lindos ojos violetas.
ESTÁS LEYENDO
Lo violeta de tus ojos [BL]
FanfictionUn ser de oscuridad entra en el mundo humano por culpa de un fallo en su dimensión, problema tras problema su vida va cambiando increíblemente, se creía completamente perdido y vacío, pero siempre hay alguien que puede hacerlo feliz y a pesar de su...