Lo violeta de tus ojos [BL]

~•2•~

~Mi mundo esta lleno de sorpresas, tantas como para empezar a amarlas~

Seguía sintiendo la brisa que recorría mi cuerpo, mi túnica purpura se movía en direcciones perpetuas mientras que mi levitación estaba completamente intacta pese a las crecientes corrientes de aire.

Mi andar cabizbajo y mi presencia en el lugar atrajo la atencion de varios canes peludos y tiernos que se encontraban en varios de los espacios y callejones del lugar. Ladrido tras ladrido de manera creciente alertaban el uno al otro mientras que varias de sus luces se encendían he iluminaban lo obscuro del lugar.

Al acercarme a uno de ellos este se sorprendió por completo y salió despavorido, no muy lejos por la cadeba que lo mantenia atado, una sonrisilla se mostro en mi rostro ante la inocencia del animal.

Mi cuerpo se dejo reposar en el suelo de concreto y bajé mi capucha, haciendo que este mismo can tomara más confianza en mi, sin dudarlo se acercó y dejo que su cabeza tocara mi mano de forma amistosa, luego se sentó y me miró algo triste, falto de comprensión y de un verdadero hogar. Al leer su corazón y sentir su aura triste, pude ver lo que verdaderamente él anhelaba.

La muerte de su pequeño cachorro, lo había resignado a quedarse en un lugar donde era sometido a encontrar varios paquetes con sustancias químicas alucinógenas, estas hacían que los humanos desbordaran locura y en más de una ocasión, tuvo que ser él quién era usado como experimento para saber que tanta potencia tenía.

Su apariencia maltratada era señal de agresión y su piel rasgada y mordida solo me hacia pensar que era usado para combatir contra alguien o algo. Debido a su naturaleza intimidante podría ser usado para protección o asesinato. Su corazón era todo lo contrario a lo que sus portadores lo hacían que hiciera. Un inocente en manos de seres humanos sin valor para aprovecharse de un tierno y dulce ser sin malas intenciones.

Tomé su plato de comida que estaba vacío y lo llené de pescado deshuesado que saqué del mar creando un pequeño portal. Se vio muy feliz al comer y decidí que no podía dejarlo ahí, su necesidad de ser libre y amado me recordó cuando estaba con mi padre, hasta el momento de su desaparición o tal vez muerte segura.

El pelaje del animal me hizo sentir en casa, tocando las pieles que usaban los soldados de las tropas demoníacas, aunque su pelaje era más suave no pude evitar recordar cuan monte a mi primera bestia del inframundo. Ella era tan feroz y cruel... Papá en un momento me contó que mi madre decía que a pesar de ser la bestia más cruel, en alguna parte de ti tienes la bondad que otro te hizo perder.

Mi expresión de frialdad cambió cuando vi al can, que me miraba y hacia un pequeño quejido parecido a una especie de llanto. Para terminar de ayudarlo le di un poco de agua y limpie un poco sus heridas con magia.