RUTINA

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Caminaba por la callé con gran entusiasmo,dando pequeños saltos con cada pasó y tarareando una cancion de la cual no sabía el nombre,estaba feliz.

¿Como no estarlo?,su persona favorita acababa de llegar a casa,eso le alegraba el dia a cualquiera.

El era pequeño de estatura,bastante delgado y con el pelo negro al igual que el,ojos del mismo color y con una hermosa sonrisa.

Perfecto a sus ojos.

Apresuro el paso,ya estaba cerca de casa y no queria hacerle esperar.

Abrio la puerta con la llave y entro,subio las escaleras hasta la habitación del chico y abrio la puerta...no estaba.

–Anda-dijo en voz alta-¿te apetece jugar?.

Su voz no tenia ni pizca de dulzura,ni de broma,mas bien parecia furioso.

Bajo las escaleras a paso firme y fue hacia la cocina.

Abrió cada armario que encontro,nada.

Su siguiente parada fue el salón,mismo resultado.

Inspeccionó cada rincon de la casa buscando al chico,solo le quedaba un lugar.

–Asi que te decantaste por el armario de limpieza hoy,¿no pequeño?.

Dijo esto mientras abria la puerta lentamente.Solo para encontrar al pequeño temblando y con pequeñas lagrimas.

Eso formo una sonrisa en su rostro.

–Queria verte,¿por que te escondes si sabes que te encontrare?.

El menor no respondio solo trato de encogerse en el lugar y desaparecer,era lo mismo siempre que llegaba de la escuela.El trataba de esconderse,el lo encontraba y su tortura empezaba.

–Por favor,no–susurró con un hilo de voz.

El mayor solo solto una risa amarga y sin gracia para acercarse a el y agacharse a su altura.

–Sabes la respuesta.

Vuelta a la rutina.

Quiero verteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora