Prólogo

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Desde que era niña de quinder he sido amiga de Marco. El siempre ha sido demasiado.... Precavido, si es que se le puede llamar así, ya que en realidad era demasiado paranoico.

Un día una chica nueva llegó a la escuela. Ella era extraña; demasiado alegre.

Aquella chica termino por mudarse a la casa de Marco junto a la familia Díaz. Fue sorprendente, pero después de un par de días ya éramos amigos los tres, había descubierto que no solo era extraña; tambien era muy amigable. Aunque a veces las cosas no salían de la forma en que ella quería.

Ella usaba magia, y siendo yo fanática de lo paranormal y lo extraño simplemente me interesé en ella.

Cada día había una aventura al lado de ella, Era simplemente genial.

Desearía no haber crusado esa línea, desearía no haberme interesado tanto en ella, desearía no haber dejado que me gustara.

Era un gusto unilateral claramente, y no pensaba dejar que ella lo supiera, no quería arriesgarme a ser rechazada. No quería arriesgarme a que se alejara de mí.

Marco sabía de mis sentimientos hacia Star, el se dió cuenta incluso antes que yo supiera lo que sentía. Me conocía demasiado bien.

Aún recuerdo el día en que me lo preguntó directamente. Fue un día en el que me quede hasta tarde en su casa. Mientras Star estaba en su habitación hablando por el espejo con su mejor amiga Pony Heat, nosotros estábamos en la habitación de Marco, hablando de todo y de nada. Hasta que Marco tocó el tema.

- ____, te gusta Star, no es así? - saco esa pregunta después de que yo hablara de lo linda que era Star.

Me quedé en silencio por unos segundos mientras podía sentir mis mejillas tornarse rojas.

- tanto se nota? - solté en una pequeña voz que alcanzó a ser escuchada por los oídos de él.

- Lo sabía - me sonrió, cómo contento de haber acertado - no... no piensas decirle? - pregunto luego de haber pasado a formar una suave so risa tranquila.

- yo.... - baje la mirada junto a mi cabeza, dando a entender que no lo haría.

No quería ser rechazada. La sola idea de que ella se sintiera incómoda por mí me aterraba.

- está bien si no quieres decirle, no estás forzada a confesarte - luego de tomar mi mano me abrazó - pero aquí me tienes para ayudarte si cambias de opinión - le correspondí al abrazo, mientras una pequeña sonrisa se formaba en mis labios.

Definitivamente Marco era el mejor, siempre sabía cómo animarme en cualquier ocasión.

- Gracias.

Hasta ahora ya habian pasado algunas semanas desde aquello, y tus interacciones con ambos seguían igual.

Solo esperabas saber cuál sería la próxima aventura en la cual se embarcarían de una manera inesperada.

Al parecer tus pensamientos fueron escuchados, por qué un sujeto entro en el aula en dónde se encontraban dando clases.

Tenía un pelo de un tono entre rosa y salmón, adornado con un par de cuernos, con una piel de un tono lila. Portaba un traje y unas gafas de sol... con tres lentes? ¿Acaso tenía tres ojos?.

Sus pisadas iban dejando un rastro de juego. Se impulso con ese mismo como si volara, y después levito una la silla en la que estaba una chica para apartarle, me inquiete. Estaba dirijiendose hacia Star.

Se quitó los lentes y pude notar que efectivamente tenía tres ojos, con iris de color rojizo.

- Hey Star, estoy aquí para llevarte al baile de la Luna de sangre - dijo aquel chico. Muy confiado.

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Bajo El Encanto De La Luna De Sangre (Tom Lucitor x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora