Capítulo 5

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Por otra parte de la ciudad un hombre terminaba de vestirse luego de salir de la ducha, no se molestó en dejar su ropa en la lavadora porque tarde o temprano eso lo haría su nana por él cuando llegará por la mañana, él camino por los pasillos de su gran mansión hasta llegar a la que era la  espaciosa habitación de su hija, quien estaba ocupada ordenando su ropa recién limpia poniéndola dentro de su armario principal, al igual que sus tantos tacones y calzado.

—¿Porque haces eso? Sabes que tenemos una sirvienta para que haga esas cosas por ti.— le reprochó el hombre a su hija al ver la acción de esta

—No voy a darle trabajo demás a esa pobre mujer, prefiero hacer mis cosas por mi misma, además suficiente tiene con el desayuno, almuerzo, cena y limpieza por todo el lugar en general y tus trapos sucios.— respondió con simpleza Camila —Además le pagas poco.

—Lo que le pago esta bien, además la dejo dormir aquí cuando no tiene locomoción para llegar a su casa.

—Es una excusa barata porque prefieres que la pobre se la pase trabajando aquí, literalmente yo tengo que dejarla a su casa para que pueda estar con su familia, lo que haces es sobre explotarla demasiado para tu propio beneficio.— comentó la joven seria mientras terminaba de ordenar sus cosas, después de todo ella era muy ordenada a la hora de dejar impecable la habitación

—Si sigues con esa insignificante humildad no vas a lograr nada en la empresa que tendrás que manejar más adelante, necesitas ser firme y dura con tus trabajadores si quieres que te respeten.— hablo el hombre serio

—Tratar como la mierda a los demás no es impartir respeto, es impartir miedo.— respondió la chica dejándose caer en su cama para tomar su celular —Ahora vete ¿no tenias que irte a una reunión de trabajo?.

—Llegare algo tarde.— comentó ignorando lo anterior —mientras no estoy ni se te ocurra invitar a esa fenómeno a mi mansión.— advirtió el señor Mendes quien seguía frente a la puerta abierta de su hija quien rodaba los ojos

—Se llama Lili, y por cierto te recuerdo que ella es mi pareja y no es ningún fenómeno.— comentó la pelinegra con cierto enojo

—Para mi si lo será siempre, no entiendo porque terminaste con Charles Melton, él si era un hombre decentes que te valoraba y te trataba como una reina.— recalcó Hiram quien solo sentía la mirada penetrante de su hija sobre él —Heredaras mi empresa muy pronto, necesitas a alguien de tu misma clase.

—Ese idiota solo me quería para sexo y para tu información Lili me trata como una reina.— contesto Camila cortante —Me importa un carajo lo que pienses de ella, yo pienso mantener mi relación con ella te guste o no, punto final.— terminó por decir Camila sentenciando el final de la discusión por lo que Hiram a regañadientes decidio no seguir, sabía que tarde o temprano su propia hija ganaría la propia discusión y que estaría siguiendo discutiendo inútilmente por una conversación llena de desacuerdos

—Como sea.— comentó Hiram de un gran silencio —Cierra todas las puertas por precaución, no me gustaría saber si el loco que esta allí afuera intenta lastimarte.— comentó el adulto refiriéndose al nuevo asesino que había para luego irse de allí

—Si, ya lo sé.— comentó Camila volviendo a lo suyo respondiendo algunos mensajes pero no se percató que algo o alguien se encontraba debajo suyo escondido debajo de la cama

La latina seguía escribiendo en su celular distraidamente sin notar una mano que salía debajo de la cama, fue ahí cuando se sobresalto al sentir la mano tomar su muslo bruscamente, por lo que soltó un pequeño grito de la sorpresa ante aquella opción de la mano ajena, quedando algo desconcertada a la vez que comenzaba a enfadarse al pensar que algún pervertido había invadido su habitación mientras tuvo la oportunidad, pero pronto el enojo desapareció al observar como una rubia salía debajo de la cama entre pequeñas risas divertidas ante la broma que le había jugado a su novia.

SCREAM VI | DOFIA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora