SCREAM VI | DOFIA G!P

Capítulo 4

—¿Entonces el embrión no siente dolor o como eso?.— pregunto Chloe sin entender las etapas del embarazo, por lo que Sofia soltaba un resoplido por lo difícil que era explicarle a su amiga con un método en el que esta pudiera entender

—A ver Chlo, el embrión no siente pero se sigue formando dentro de la mujer con los días y semanas que van transcurriendo hasta finalmente se convierte en un feto, y el feto es el que siente dolor ya a las 22 o 26 semanas según como dicen los libros y nuestros apuntes, por lo tanto la mujer no puede abortar, o bueno al menos así lo dictan los providas.— explicó Sofia claro y con voz tranquila apuntando con su lápiz las imágenes del libro de Biología sobre el tema de las semanas de gestación

—Ahh, ya entiendo.— asintió Chloe levemente para luego comenzar a reír a lo bajo ganándose la mirada de la morocha

—¿De que te ríes?.— sonrió Sofia divertida —¿No estarás pensando lo mismo que pensé yo cuando el profesor nos explicó sobre las semanas de gestación? ¿No?.

—Es que no puedo evitar imaginarme al feto diciendo, "¡Ay mi piernita!".— comentó Chloe divertida para luego largarse a reír provocando las carcajadas de Sofia que reía junto a esta ante esa imagen mental

—Pobre futuro ingeniero.— comentó Sofia intensificando más sus risas junto a la oji-verde —Aunque me sorprende que tú teniendo un amiguito allí abajo no hayas entendido del tema durante clases.— comentó Sofia alzando una ceja —Así vas a terminar embarazando a tus conquistas o admiradores con quienes te acuestas.

—No soy una fácil Sofi, y además siempre uso protección antes de hacerlo con alguien.— se defendió Hosterman ante la idea que Sofia tenía de ella sobre ese tema

—Como sea, creo que lo mejor será irme, ya es tarde y ya te expliqué todo lo que tenías que saber y no entendías.— comentó Sofia a punto de levantarse del sillón, pero la castaña puso su mano sobre su rodilla suavemente evitando que esta se levantara —Chloe, tengo que irme.

—Quédate a dormir, no quiero que vayas ahí afuera sabiendo que el asesino sigue por rondando sin ser capturado por las autoridades.— se excusó la oji-verde mirando a la chica de rasgos latinos, ya que quería pasar un rato más con esta —Miremos una película o una serie ¿Tú que dices?.

Sofia meditó un poco la invitación de su mejor amiga, tenía que irse a terminar algunas responsabilidades que había dejado pendiente, pero al ver los ojitos esperanzados de la castaña no pudo negarse ante ello, era su debilidad esa mirada de cachorrito perdido que Chloe le dedicaba cada vez que quería algo, por lo que rodo los ojos divertida y se quitó las botas dejandolas a un lado, al igual que su chaqueta que la acomodaba en el sofá de su otro costado, poniéndose cómoda dándole a entender a Chloe de esa manera que se quedaría.

—Está bien, ¿me puedes traer una gaseosa?.— preguntó Daccarett mirando a su mejor amiga quien sonreía a más no poder

—Claro y preparare palomitas.— dijo Chloe con una sonrisa levantándose de su lugar para luego ir rápidamente a la cocina

—Como tú digas Dove.— comentó Sofia divertida esperando a que Dove llegara a su lado

Minutos después cuando las palomitas estaban preparadas, la castaña llegó nuevamente a lado de su mejor con el bowl con palomitas junto con dos sodas sentándose en el sillón, la oji-verde tomó el control remoto y eligió la película de terror que verían esa noche en la televisión, los minutos transcurrían de forma tranquila, ambas miraban atentamente película, en especial las muertes de cada personaje.

En algunas ocasiones Sofia frunció levemente su ceño por lo atenta que veía los asesinatos del asesino, podría decirse que estaba tan concentrada en la trama que no se percataba de la mirada que Chloe le dedicaba aveces, la castaña admiraba la forma en la que Sofia fruncia el ceño con cada muerte brutal de que presenciaba en la televisión, o también como reía divertida ante las escenas llenas de torpezas del asesino, la oji-verde comenzó a darle algunas palomitas en la boca a su mejor amiga, la cual comía con gusto al ser atendida de esa manera con la muchacha, pronto la morocha suspiro un poco al sentir las sobadas y caricias en su rodilla y pierna, se sentía tranquila ante el tacto de Dove que solamente pensaba en lo delicada que era su castaña a la hora de sobar esas zonas.