El milagro

(1) La magia en libertad

-¿Entiendes el plan?-
Mire a mi compañero que se encontraba algo disperso aun cuando le repetí lo que debíamos hacer.

-Rakan, esto es importante, parece ser el último cristal que hay en Jonia, si lo destruimos la magia será libre-

-Entonces lo destruiremos como los otros cristales?-
Respire profundo y me calme, me enojaba que no se concentrará en la que podría ser nuestra última misión involucrando al clan de las sombras.
-mieli...ese cristal es de los más grandes y resistentes, solo mis plumas no le hará nada, el plan cambia en que hoy yo seré la carnada-
-¡¿Que?!-
-todos seremos la distracción, Ahri esta en el punto sur y Akshan en el este. Pero solo tu puedes saltar lo suficientemente alto para entrar de incógnito al templo y poner este explosivo que nos dio Ekko. Después se que vendrás a robarme el protagonismo- le guiñe el ojo a lo que el sonrió, procedi a darle la bomba.
-Ahora entendiste el plan?-
Movió una de sus orejas para abajo mostrando confusión y vio la bomba en su mano inspeccionandola. Eso me altero.
-Dame la bomba, haré de kamikaze-
-Era broma! Saltar, activar la bomba y salir antes que explote, lo tengo-
Nos dimos un beso he inicio el plan.
Corrí en dirección contraria a Rakan y vi que el aprovecho que me persiguieron las sombras para adentrarse al templo.
Yo lanzaba mis dagas siempre certeras y me deshacía de mis enemigos.
-Donde estas? Donde estas?- mire a los distintos puntos de combates donde se suponía estaban los otros chicos, en el sur Ahri lanzó un orbe al cielo, "No está ahi", Akshan disparo solo una vez,"tampoco está ahi"...
Vi entonces 4 sombras más oscuras que las que peleaban antes, vi como se juntaron encima mio y cayeron con el fin de darme un golpe letal, yo lo esquive apenas. "Aquí estás"
Inicie una batalla con el maestro de las sombras, mientras esperaba que Rakan cumpliera su parte de la misión. Me quedé tranquila ya que Zed estaba aquí peleando conmigo, asi que mi compañero podría hacer su parte sin ningún riesgo ni distracción.

-donde esta tu compañero, avecilla?-
Tuve un momento de distracción donde de una patada me mando a volar sacándome el aire.

-como siempre tan caballeroso con las mujeres- sostuve mis costillas e intente provocarlo para que se centrará en mi.

-Esta vez no permitiré que arruines mis planes, la magia de este lugar me pertenece!-
Le lance una lluvia de plumas y recibí de lleno el golpe que me quiso dar. Duele. Pero lo tengo donde lo quiero, llamé todas las plumas que le lance haciendo que todas regresaran a mi y por ende atravesarán todo a su paso, eso no lo mato, pero lo inmobilizo y aturdio.

-Zed...te estas volviendo una persona muy fácil de engañar, tanto así que te engañas a ti mismo...la magia es salvaje, no puedes controlar su poder-
Lance dos plumas al cielo, cuando Zed se reincorporó y me quiso apuñalar, más un rayo amarillo lo hizo saltar por los aires y despues me protegió con un escudo.

-llegue tarde a la fiesta?-

-para nada cariño...activaste la bomba...cierto?-
Me miró confundido de nuevo...
-RAKAAAAN- Quería jalarle sus orejas, voy a matarlo si no nos matan ahora.
Antes de poder protestar nuevamente una enorme explosión se escucho y obligó a Rakan a activar su escudo para protegernos de las ondas expansivas.
Lo mire reprendiendolo un poco, pero el solo se rasco su nuca y se río.
-debes empezar a tenerme más fe-

La neblina que antes nos envolvía empezó a disiparse y las sombras que se mantenían de pie se volvieron humo cuando la magia comenzó a fluir nuevamente.
Cerré los ojos por un segundo sintiendo como el aire se volvía fresco y sentí como mis fuerzas se renovaban.
Ahora si podríamos acabar con Zed.

Me separe de Rakan para ir hacia donde estaba mi objetivo. Saqué 3 pluma dagas que brillaron con intensidad, se las veía muy bien, filosas y mortales.
Me puse en guardia dispuesta a atacarlo, el se incorporó dejando ver su máscara rota y sus ojos llenos de odio.