Capítulo 15

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-Yo solo quería ayudar a las personas, ese es mi sueño, entonces. ¿Por qué hay tanta sangre?

...

Caren miró el techo de la iglesia con indiferencia mientras recordaba todos los eventos de la noche anterior y el informe que se mantenía inconcluso en su escritorio. No ayudaba que a través de la barrera que cubría la iglesia pudiese sentir una increíble cantidad de poder mágico acercándose directamente a su posición.

Su padre, no había visto a su padre desde que asumió el cargo de la iglesia hace un par de días y los lugares que solía habitar dicho hombre estaban vacíos, su lugar de comida ni siquiera mostraba signos de abrirse y eso dejaba que su mente comenzara a dudar acerca de las intenciones de su progenitor.

Existían distintos tipos de objetivos los cuales definían el destino de una persona y ella era consciente de ello, siendo ella una persona sadista conocía sus gustos y sus disgustos, pero de lo poco que le habían dicho sus abuelos y superiores de la iglesia, ninguno conocía acerca de la verdadera naturaleza de su padre, ni siquiera Ciel era consciente de dicha naturaleza.

Desde que Kiritsugu Emiya hizo acto de presencia en Fuyuki los movimientos de su padre se vieron reducidos monumentalmente y eso fue algo extraño, pero no se molestó en comentar o pensar profundamente al respecto acerca de ese tema. Principalmente porque era molesto.

Sus pensamientos solo cimentaban el hecho de que algo andaba mal con su padre ahora que el nuevo invitado dentro de Fuyuki fue el disparador para que su padre se ausentara sin dar explicaciones y eso era su culpa. Solo se enteró el día de ayer acerca de la persona que estaría recibiendo en este mismo momento.

Aparentemente el único que tenía el conocimiento sobre el inesperado visitante era Emiya Shirou, tal vez Emiya Kiritsugu también lo sabía, pero no se atrevía a hacer suposiciones infundadas.

Por supuesto que ella se recompuso rápidamente y adoptó una expresión solemne esperando que el sonido de tacones chocando con el suelo se hiciera más claro y así sucedió. De un momento a otro el aire dentro de la habitación se llenó de un tenso silencio entre dos mujeres de las cuales una tenía una expresión visiblemente molesta y la otra repleta de indiferencia.

Sin molestarse en presentarse, la mujer que recién acaba de llegar se sentó en la única silla libre de la habitación y adoptó una expresión solemne. Muchos matarían por una reunión privada con dicha mujer, pero eso no le interesaba a ninguna de las dos presentes.

"Quiero los detalles de lo que sucedió anoche"

Por supuesto. "También es un honor conocerla Vicedirectora". Respondió Caren casualmente.

"Déjate de bromas, dime el cómo y por qué sucedió. El mana en Fuyuki se ha vuelto loco teniendo en cuenta que se supone que se debió de haber solucionado ese problema hace semanas y no encuentro a nadie en las residencias Tohsaka y Edelfelt. Iría personalmente a ver a Emiya, pero no responde mis llamadas y la ubicación de su hogar es desconocida, el castillo Einzbern esta deshabitado así que no hay manera de contactarlos. Quiero. Saber. Porque" parecía que cada palabra estaba repleta de mana ya que incluso Caren tenía problemas para responder la pregunta de Lorelei.

Sabiendo que perder el tiempo siendo sarcástica con lo sucedido terminaría con una reprimenda ya sea física o laboralmente después de haber sido puesta en un ultimátum, Caren se acomodó lentamente en su asiento y se sirvió un poco de agua para tratar de pasar el nudo que se le formó en la garganta por la presión. No se molestó en invitarle a la mujer frente a ella un vaso de agua.

Después de un par de segundos, Lorelei tenía las piernas cruzadas y una mano en la barbilla esperando a que la mujer a cargo de lo que sucedía en Fuyuki comenzara a explicar sin perder detalles.

Renací En KaleidWhere stories live. Discover now