#05 El Comienzo De Todo /2

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Después de un tiempo más Moon le sugirió a Jimmy que se fuera a su casa a descansar ya que además de estar borracho estaba muy alterado.

Moon les pidió un Taxi e hizo que Crystal le diera la dirección de su casa para poder llevarlo.

El dio su dirección y con un poco de ayuda del GPS el taxi llegó a la mansión Crystal. Bajaron del taxi y caminaron a la entrada.

Moon tocó el timbre del lado de la reja y sonó una voz algo conocida.

-Señor Crystal? -sonaba de cierta manera feliz-

-Ehh... No. Buster Moon. Traigo al señor Crystal, esta algo borracho..-titubeo tratando de sujetar a Jimmy de la mano ya que este estaba casi cayéndose-

-Oh... Moon. -Rápidamente se puso serio- Pasa.

En eso la reja de la salida empezó a abrirse despacio.

-Gracias!- empezó a tirar a Crystal de la mano para que caminara hasta la entrada- Vamos. Camina!

-No... Quiero dormir..-

-Puedes dormir pero en tu cama. No quieres ir a tu cama?-

-Si! Tu vas a dormir conmigo, verdad?-

-Emm.. Si.. Claro. -Lo decía por no hacerlo sentir mal y llevarlo rápido a su cama-

Subieron unas escaleras y arriba estaba Jerry, esperando.

-Puedes darme al señor Crystal eh irte. Yo lo llevaré a su habitación.-Protestó extendiendo sus brazos para recibir a Jimmy-

Moon pensó que era una buena idea ya que no sabía dónde estaba su habitación y así se salvaría de futuros problemas con el Lobo. No quería estar cerca de la muerte otra vez.

Pero al mismo tiempo tenía un muy mal presentimiento sobre Jerry.

-Tranquilo, solo dime donde está su habitación y yo lo dejaré. Al parecer no quiere que me aleje de él..-

-Mmm... Como sea.. -Jerry miro al koala con desprecio, le apuntó hacia donde estaba la habitación de Crystal y luego se fue.

Moon hizo lo que pudo para tirar a Jimmy de la mano por lo que quedaba de las escaleras hasta su habitación. Este protestaba diciendo que tenía vino en la sala y que podían seguir bebiendo otro rato.

Moon se rehusaba a sus estúpidas peticiones de seguir bebiendo y lo tiraba para que caminase.
Después de unos cuantos intentos más y muchísimas súplicas más. Llegaron a la puerta de la habitación.

Moon la abrió y vio una cama grande, de un color turquesa medio oscuro y un respaldo dorado de diseños.
Notó que el closet estaba abierto, las cortinas estaban abiertas también, se veía el brillo de los edificios que había afuera junto al cielo nocturno.

Crystal empezó a "bailar" mientras Moon aún sostenía su mano la cual soltó y mientras aún se tambaleaba y tarareaba, llegó a su cama y calló de cara ahí.
Solo se escucho su risa tapada por las sábanas de la cama mientras movía su cola en un vaivén torpe.

-Estas bien? -preguntó riendo Moon.

-Mm-hmm..

-Estas seguro? -dijo acercándose.

-Que si! -exclamó agarrando al Koala del brazo y tirandolo a la cama con él.

Al tirar a Moon este cayó cerca del pecho del Lobo (El gran lobo feroz!)

-Ves? Estoy bien! -rió Jimmy

Buster se tapó la nariz por el fuerte olor a múltiples bebidas alcohólicas en el aliento del mayor.

-Eso veo.. -murmuró el Koala aun tapando su nariz.

Hubo un silencio un poco incómodo mientras ambos se miraban.

-Moon.. -suspiro Jimmy

-Si? -respondió el Koala tratando de soltar el agarre del Lobo

-Eres.. -hizo una pausa para tragar- Adorable. -Dijo esto último acercando al Koala, miraba fijamente sus ojos.

✩Jimmy.. Que cosas dices? -Preguntó el Koala tapándose la cara.

-Solo digo la verdad, Moon. Eres muy tierno y.. Frágil. -Lo último lo dijo casi en un gruñido.

-Gracias por el cumplido,
pero -finalmente se soltó del agarre del Lobo y se alejo un poco. Sacó su teléfono y miró la hora- Dios! Mira que tarde! Debería irme ya.

El Koala se sentó en la orilla de la cama para poder bajar pero Crystal lo tomó del brazo.

-La noche aún es joven, Moon. Quedate conmigo por favor.. -al decir lo último agachó sus orejas como si suplicara.

✩No debería, Jimmy.. -Dijo tomando su mano.

-Vamos! Nos vamos a divertir mucho~ -susurro cerca dela oreja del Koala para jalar lo devuelta en la cama.

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Espero que no les molesten mis comentarios con paréntesis.
Gracias por leer!

Y solamente era yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora