Capítulo 8

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El comienzo de lo inesperado.


Chace

—¡Chace! —escucho a Theo hablarme seguido con el ruido de la puerta de mi habitación— ¡Mierda! —exclama cuando se da cuenta que no estoy solo.

—¿Sí? —le pregunto somnoliento mientras me incorporo, dándome cuenta que la chica a mi lado sigue dormida.

—No sabía que tenías compañía. —me dice— Pero Diane no ha parado de llamar porque quiere hablar contigo.

Salgo de la cama y me pienso si despertar a la chica, pero considero que incluso para mi es demasiado grosero despertarla solo para echarla, así que la dejo y salgo de la habitación. Y al instante que tomo mi celular se ilumina el nombre de Diane en video llamada.

—Gracias por contestar todas mis llamadas. —me dice con sarcasmo mientras veo que ella debe de estar en su oficina— No te veo buena cara.

—Es la que siempre he tenido, y además acabas de hacer que Theo me despertara.

—Son las nueve deberían estar de camino a la universidad. —me sermonea— Si sigues así Chace no recuperaras tu vida, tienes que tener mejor progreso en estas semanas. Dean llegara esta semana para ayudarte con la condición física.

—Un auto no vendría mal. —le comento.

—Hasta que no tengas una condición física y mental estable, nada de autos.

Sé que ella se refiere a mi temblor de manos que en parte es por el accidente sin agregar a algunos ataques de ansiedad que tuve, pero eso fue hace meses, no he vuelto a tener de esos hace semanas, considero que estoy mejor, claro definitivamente no estoy en mi mejor condición, los médicos me dijeron tanto que debería de estar agradecido con el hecho de estar vivo, ya que en el accidente me fracture mis dos piernas, mi brazo, que con suerte si recupere más movilidad de lo que se estimaba, también tres costillas rotas y no hablemos cuanta sangre perdí, pero sin ninguna explicación coherente sobreviví y eso hizo que no importara cuan dolorosas fueran las primeras terapias las hice, porque un doctor me dijo que las primeras semanas eran claves, y si quería volver a conducir un auto de F1 tenía que aguantar el dolor. Y el simple hecho de pensar en lo que renunciaba si me rendía me hizo soportar cada dolo, recuerdo que incluso llegue a desmayarme de dolor en algunas sesiones.

—Yo tengo condición física y mental. —le dice Theo uniéndose a la conversación.

—Sí, pero el problema contigo es que no eres de confiar, porque terminarías siendo el cómplice de Chace.

—Eso no es...

—Si es cierto, y no te metas Theo que también estas en la lista negra.

—Eh... mejor eh, me voy.

—Ambos vayan a la universidad.

—¿Solo llamabas para sermonearme a tan tempranas horas de la mañana?

—Y para recordarte lo que tienes en juego, si no te recuperas pronto, es a tu ritmo igual no te presiones y nadie lo hará, yo más que nadie quiero verte en esas pistas demostrando tu talento, pero todo tiene su tiempo, pero no implica que no tienes que poner de tu parte.

—Sí, sí. —le digo sin poner importancia, porque la situación es muy jodida y si pienso en lo que estoy perdiendo me hace sentir impotencia.

—También para decirte que te llegara un regalo, que tu psicólogo dijo que te ayudaría.

—No se supone que las sesiones son confidenciales.

—Y lo son, pero ella me da notas de como poder ayudarte.

Overcut [+18] terminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora