Nuestra Sangre Favorita - Pausada-

Hora Del Entrenamiento

Futaro seguía molesto por lo que paso en la mansión de los hombres lobo, impactado por la confesión de Takebayashi, y confundido porque toda la información de que su padre es el cazados más fuerte, aun no la procesa. Los días siguieron con normalidad; pero debido a las desapariciones causadas por los zánganos, en la ciudad empezó un toque de queda para asegurar que no haya más desapariciones, Futaro empezó a perder poco a poco su libertad, pero también se sentía impotente, por el hecho de que no puede hacer nada, de que por el simple hecho de que un humano común y corriente. Las chicas y su grupo de amigos se encargaban de los zánganos, mientras que Futaro solo se podía quedar en casa cuidando de Raiha y estudiando, eso sería algo bueno, para él, pero los eventos causaron un gran cambio a Futaro.
Futaro: todo este tiempo, pensaba que mi padre era un bueno para nada, pero en realidad, nos estaba protegiendo a Raiha y a mí.
Futaro se da unas palmadas en su rostro para que reaccione.

Futaro: no, tengo que centrarme, si tengo que sobrevivir para poder proteger y apoyar a mis seres queridos, tengo que hacerme más fuerte*Futaro tomo la determinación de volverse fuerte, por lo que decidió empezar a entrenar para hacerlo, pero todo fue en vano, ya que Futaro era un chico come libros, pocas veces hacia ejercicio por lo que tratar de hacerse fuerte seria todo un reto.
Pasando el tiempo, la rutina de Futaro se volvió monótona, se levantaba, se arreglaba para ir a la escuela, iba a la escuela, estudiaba, almorzaba, estudiaba, esparvaba a las hermanas Nakano, se iba a la escuela, llevaba, cenaba, se ponía a estudiar y a ejercitarse y se iba a dormir. Todo lo estaba aburriendo, por lo que, en un acto de desesperación, pensó en preguntarle a las chicas si lo ayudaban a entrenar, pero recordó lo que dijo Nino, que al no saber cómo entrenan los cazadores, ellas no sabrían como entrenarlo.
Pasando más de 10 días, Futaro siguió con su entrenamiento, pero nada, siempre terminaba cansado o con un desgarre muscular.
Sus esfuerzos eran en vano, por lo que decide recurrir a un plan B, pedir ayuda a Takebayashi y a los demás.
Por lo que decide crear un plan para poder evitar a las Nakano, diciéndoles una mentira que iría a la biblioteca y que iría con unos compañeros, para que no lo esperen en la escuela y poder ir a la mansión de los hombres lobo, siguiendo a Maeda y Matsui hasta la mansión.
Futaro hace una llamada a Ichika.*

Futaro: Ichika, hey, quiero comunicarme que unos compañeros me invitaron a la biblioteca para estudiar y a comer, así que llegare tarde a casa.

Ichika (por el teléfono): bueno, pero estaremos haciendo rondines para ver que no haya zánganos por la zona, por así que te esperaremos en casa.

Futaro: ok regreso más tarde. *Futaro cuelga la llamada y se alegra, porque las chicas se tragaron la mentira.
Futaro logra evitar a las hermanas Nakano, por lo que sigue, es esperar hasta que termine las clases
Después de la escuela, Futaro arregla sus cosas y empezó a seguir a los chicos. Este fue sigiloso y trato de evitar que esos dos tortolos notaran su presencia; cosa que le molestaba a Futaro, ver como una pareja regaba miel por todos lados, pero se tragó ese odio por el simple hecho de que eran amigos.
Pasando el tiempo, Futaro llega los límites de la ciudad y ve la mansión de los hombres lobo, pero lo que no vio, es que Takeda apareció detrás de él y le hablo. *

Takeda: Uesugi-Kun... *Futaro suelta un grito de terror. *

Futaro: ¡Takeda! ¡Casi me da un infarto!

Takeda: ¿qué haces aquí? ¿Vienes solo o acompañado de esas aladas?

Futaro: vengo solo, quiero hablar con Takebayashi. *Takeda se sorprende al ver el valor que tiene Futaro para venir el solo a los territorios de los hombres lobo, después de los eventos ocurridos hace semanas. *

Takeda: ok, sígueme *Takeda guía a Futaro hasta la mansión, entran y lo guía por la mansión hasta llegar a un cuarto. *

Takeda: antes de entrar, te advierto algo: ¡no le hables a Takebayashi cuando está en entrenamiento!