Emily y Lucas viven su historia de amor junto a su pequeña Olivia, intentando olvidar la tragedia que tuvieron que vivir para conseguir estar juntos.
Su vida parece ser perfecta y ellos disfrutan cada momento juntos. Sin embargo, a pesar de que Emil...
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Terminé de preparar mi maleta y la cerré, luego fui al baño a revisar si no olvidé algo.
—¿Ya estás lista? —la pregunta de Lucas me sorprendió, pues no me di cuenta en qué momento entró a la habitación.
Sentí mi corazón romperse en mi pecho, al ver la tristeza en sus ojos.
Me acerqué a él y lo abracé con fuerza, rodeando su cintura con mis brazos y hundiendo mi rostro en su pecho. Nos quedamos en silencio por varios segundos, disfrutando el uno del otro hasta que yo tuve que romper nuestra burbuja.
—Solo serán cuatro días, mi alma. - susurré aún abrazándolo, él tomó mi rostro entre sus manos para poder mirar mis ojos.
—Lo sé, mi amor, es solo que es la primera vez que nos separamos desde que nos casamos y eso me pone un poco nervioso. Además, me gustaría poder ir contigo porque es un viaje muy importante.
Hace casi dos semanas que tomamos la decisión de que yo debo ver a un especialista, para que me ayude con mis problemas de sueño y los terrores nocturnos que me acechan desde que recordé los horribles eventos que viví en Farnham.
Es por eso que, después de buscar muchas alternativas, decidimos que la mejor opción para mí es la Doctora Allen, la misma que yo estaba viendo en Manchester, cuando vivía con la señora Collins y aún estaba embarazada.
El problema es que la doctora tiene una agenda muy ocupada y solo puede recibirme mañana y pasado mañana en su oficina de Manchester. Yo hubiera preferido que las citas sean la semana que viene, pues Lucas tienes dos partidos importantes esta semana y por eso no podrá viajar conmigo.
—Cariño, yo no quiero interferir en tu trabajo. Los entrenamientos son cada vez más importantes ahora que se acerca el mundial y estamos esperando la convocatoria para la selección francesa. —Lucas sonrió al escucharme y sus hermosos ojos volvieron a iluminar mi vida.
—Yo solo digo la verdad, mi amor. Nosotros somos un equipo junto a Olivia y ahora mismo estamos trabajando juntos para ir al mundial. —expliqué emocionada —Siempre tendrás todo mi apoyo, Lucas. —mi esposo se acercó a mi rostro y dejó un dulce beso en mis labios, el cual yo seguí.
—Tú también cuentas conmigo para todo, Emi y aunque ahora no pueda acompañarte, quiero que sepas que estaré pensando en ti y junto a Olivia te extrañaremos mucho, hasta que vuelvas a nosotros. —declaró, mirándome con ternura.
—Y yo los extrañaré a ustedes. —suspiré abrazándolo —La buena noticia es que la doctora dijo que después de estas dos primeras sesiones, las siguientes podrán ser virtuales, hasta que me vuelva a pedir que vaya a verla y eso será casi dentro de un mes. —detallé.
—Está bien, mi alma. No te preocupes, pues cuando la doctora vuelva a citarte de manera presencial, iremos juntos. —sonreí al escucharlo, porque me tranquiliza mucho saber que Lucas está conmigo en todo este difícil camino para recuperar la paz mental. —¿Hablaste con Marianne? ¿Ella llegará a Manchester a la misma hora que tú?
