Capítulo 3: No puede ser.

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Desperté, maldita sea hay demasiado ruido mierda mierda mierda es tardísimo, llegaría tarde, muy tarde a mis prácticas, me apresure a levantarme, mientras corría al baño me quitaba la ropa, un baño rápido y el agua fría terminó por despertarme totalmente, un mareo me invadió y por poco me hace caer, esto está mal....salí de mi cuarto, asome mi cabeza en el cuarto de mi madre ella aún no llegaba doble turno pensé, tome mi uniforme del pequeño closet frente a la sala, se encontraba colgado, tan impecable y liso como siempre salí de casa corriendo el carro había llegado por mi, el trayecto fue más que tedioso, las noticias amarillistas del chófer me hicieron enfadar, llegué al hospital y mi madre me estaba esperando en la entrada, con su uniforme impecable y su suéter puesto.

Mama: charlie se te hizo muy tarde tu teléfono está muerto qué pasó?

Charlotte: mamá tuve una mala noche creo que el estrés está causando estragos, mareos y náuseas no paran en mi.

Mama: vamos le pediré a Nelly que te saque unos estudios de orina y sangre.

Podría ser otra cosa más grave, vamos.

Charlotte: mami no, ya ve a descansar anda tuviste turno pesado.

Mama: si, a Gloria se le hizo un poco tarde y me pidió cubrirla en lo que llegaba.

Charlotte: anda ve a descansar seguro comi algo en mal estado.

Mama: no vamos Charlie será rápido

Nelly me atendió eficazmente, un pinchazo y una visita al baño fueron todo.

Charlotte: mami ya está, ve a descansar ahora, por dios vas a desmayarte.

Mama: ok, come tu refrigerio y trata de hacer las cosas con calma linda.

Charlotte: claro mami anda ve a descansar, avísame cuando llegues a casa.

Le di un beso en la frente y corrí a reportarme, sabía que me llevaría una regañada, mi residente es un hombre joven, de estatura mediana y buena complexión, cabello castaño claro, amable y respetuoso pero es súper estricto, diablos cuando inicie mi internado, cometí el error de reventar una vena al intentar sacar una muestra de sangre, dios fue el sermón más largo y fuerte que he escuchado, me castigo limpiando los vómitos de los pacientes por una semana, fue la semana más larga de mi vida.

El turno fue largo muy largo, 24 horas me resultaban agotadoras y mi vida en los hospitales apenas comenzaba. Salí del hospital una mañana lluviosa y fría me esperaba y aún tenía que trabajar un poco por la tarde, camine por la acera esperando que pasará un taxi, mierda mi teléfono se había quedado sin datos y la verdad no tenía aún conocidos en el hospital, y creo que necesitaba caminar solo que la lluvia lo hacía más deprimente, mierda a dónde voy con mi vida, no tengo amigas, solo tengo a Eddie y a Ro en realidad se llama Romina pero como todo ahora lo abreviamos, ellos ocupados en sus cosas muchas veces no nos podíamos ver menos a Ro, Eddie lo podía ver más por el trabajo pero aveces nisiquiera había tiempo de platicar y a la salida estábamos lo suficientemente cansados que solo disfrutamos de la compañía y de cruzar algunas palabras, los días que podemos salir juntos los disfrutamos al máximo, pero son pocos, continúe caminando y de pronto deje de sentir la lluvia en mis hombros y mi cabeza, voltee hacia arriba y un enorme paraguas negro cubría mi cabeza, esto me provocó un mareo horrible y por poco pierdo el equilibrio, el me sostuvo Eñaut se apresuró a detenerme con su brazo izquierdo.

Eñaut: trabajas en un hospital y no has podido atenderte?

Charlotte: qué haces aquí, por Dios como rayos te apareces en todos lados.

Eñaut: vamos te llevaré a revisarte.

Charlotte: qué te pasa, crees que todo mundo hará lo que dices, solo déjame seguir mi camino y llegar a casa.

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⏰ Última actualización: Aug 16 ⏰

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