Epílogo

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"lo más pronto posible" ajá si, cómo no, ya había pasado 1 semana desde que había vuelto a la normalidad

Sus amigos y conocidos lo habían recibido de buena manera, abrazándolo y apresurandose a decirle que lo querían aunque fuese un amargado

Había sido una reunión divertida y a gusto, claro que no lo diría, ya se había expuesto demasiado por ese mes

Con ese pensamiento, a su mente llegó el nombre de la castaña manipuladora de la gravedad, ella había estado cerca de él, pero no demasiado, cómo instandolo a cortar esa poca distancia que los separaba

Y a pesar de querer hacerlo, no pudo, porque? Fácil...

No sabía que decirle

Por lo que ella se fue a dormir con una sonrisa triste al despedirse de sus compañeros

Quizo golpearse contra la mesa por ser la causa de la mueca de tristeza en ese rostro de ángel

Varias líneas se aparecieron en su mente esa noche, opciones de qué decir frente a la chica que había logrado cautivarlo

Pero nada le parecía lo suficientemente perfecto para ella

Claro, sabía que sus sentimientos eran correspondidos pero no por eso iba a dedicarle una confesión mediocre a la castaña

No, ella merecía lo mejor de este puto mundo y él se lo daría

Es por ello que nos encontramos aquí, una semana después de ese día y sin confesión todavía

Aquello estaba comenzando a desesperarlo, por qué los 3 primeros dias la chica se acercaba a hablarle e intentar obtener reacción de él

Pero al no conseguirlo, ya que sus nervios lo hicieron actuar de forma defensiva, ella dejo de acercarse y vaya mierda que le dolió

El verla desde lejos, cómo ya a duras penas se saludaban en la mañana durante el desayuno

Lo hacia pensar que ese incidente del quirk no había ocurrido, dejándolos cómo al principio, simples compañeros de clase y a él como el enamorado secreto de ella

Y lo odiaba...

Sobretodo a la hora de la salida, cuando una lluvia sorpresiva comenzó a caer, vio a muchos de sus compañeros compartir sus paraguas con los otros para evitar que se mojaran

Era lo más razonable a hacer, le dijo su lógica, aunque no fuera algo que él particularmente haría por alguien más, no gusta de compartir su espacio personal

Al menos ese era su pensamiento...

Hasta que escucho una voz que por primera vez en su vida, no lo irritó más de lo que escucho que dijo

- Uraraka-san, s-si quieres p-podemos volver juntos a los dormitorios - ofreció el pecoso, mostrando su paraguas lo suficientemente grande como para los dos

La chica le ofreció una suave sonrisa - me encantaría D-Dek...-

Más no pudo terminar de hablar, pues fue jalada hacia un lado, dónde su rostro impacto suavemente contra algo duro

Estaba por reclamar cuando el dulce olor a galleta quemada llegó a sus fosas nasales, calmandola - por fin...- susurro sin ser escuchada

El pecoso sonrió al ver que su amigo de la infancia por fin hacia un movimiento con la castaña - k-kacchan - chilló, pues a pesar de esperar una reacción del explosivo, la mirada que le dirigia lo asustaba

- yo me ocupo de ella, vete antes de que el bastardo comience a buscarte - menciono divertido, sabía lo que esos dos se traían pero aún así no lo quería muy cerca de la castaña

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