Capítulo Seis

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Dos días desde que sacó al chico de esa casa, descubrió que se llamaba Erick con ojos verdes, quince años y al igual que ella alejado de su familia

Estos últimos días se contuvo de no matarlo a golpes, cada vez que le hacía una pregunta relacionado al tal Gabriel este decía otra cosa o pedía que no le hiciera daño, justo como ahora

-No se nada, por favor no me lastimes

Estela soltó un bufido y se refrego los ojos con su manos, se estaba estresando

-Por décima vez no te haré nada, entiendelo- le mostró su arma- Vez esto solo lo uso para los tipos malos acaso tu eres malo

El ojiverde dejó de hipar y la miro negando, el no era malo solo era un chico asustado

-Si no eres malo, no tienes que estar llorando como niñita- Intento vagamente explicar- Eres un hombre fuerte las lágrimas son para los débiles y tu no eres uno

-Lo crees- Hablo limpiandose las lágrimas

-Si y por eso tienes que ser fuerte y recordar algo de Gabriel, se que ese sujeto te asusta mucho- Colocó una mano sobre su hombro- Pero relájate ya no está a tu alcance estas bajo la protección de Stone nadie se atrevería a entrar y secuestrarte a menos que seas alguien importante para el, es algún familiar tuyo

-No el no es nada mio- Negó bajando su cabeza- Solo se que me...

-Que te hizo Erick-Lo hizo mirarla

-E, el... el- Empezó a sollozar

-Te hizo daño- Preguntó, a lo que el ojiverde asintió empezando llorar

-El me violaba cada vez que entraba al cuarto, me decía que era lindo luego empezaba a tocarme y, y...- Le decía con la voz entrecortada

No sabía que hacer al ver que se había callado y solo lloraba sin querer parar, unos minutos después lo atrajo a su pecho abrazandolo

-Cuando encuentre a ese desgraciado juro que lo haré pagar, sufrirá el doble de lo que te a hecho

Decidió que Erick durmiera las próxima horas que Vladimir no se encontraba en casa, luego bajó y se preparó algo para comer mientras pensaba en todo lo que haría a Gabriel

Sabia prácticamente lo básico sobre el tipo, Gabriel de Romas, obviamente supo su nombre primero, era un empresario encubierto, claro que usaba la empresa para cubrir los trabajos que hacía, tenía una familia claro quien no la tendría, pero francamente no sabían en que andaba el hombre, su esposa Clarisa con dos hijos, una niña de cinco años llamada Alexia y Michael un niño de nueve años, todos con descendencia inglesa, no mucho se trasladaron a Londres pisando territorio peligroso, y más si Gabriel era un egocéntrico e ignorante, buscando su propio bien y dejando a su familia de lado era un ventaja para Estela, podría usar a su familia en contra de el, pero Estela jamás mataba a mujeres menos a niños inocente así que descartó esa idea de su casi perfecto plan, lo que faltaba era encontrar al Inglés

Escucho pasos acercarse a la cocina, y se giró mirando a Mía esta traía puesto su pijama su cabello despeinado y con grandes bolsas de ojeras bajos sus ojos azules

-Buenos...- Bostezo mirando el reloj de la pared- Tardes

-No estas durmiendo lo suficiente- Habló bebiendo su jugo de naranja

-Recién me levanto-Hablaba mientras sacaba un pan y lo colocaba en la tostadora- No quiero discutir Wols

Soltando un suspiro se acercó a su hermana, se estaba preocupando por ella, no la veía bien desde hace mucho

-Mía no sigas con esto- La castaña la miro comiendo su pan tostado con mermelada

-Con que- Preguntó al terminar de masticar y tragar

Wolverine |Un reinado de terror| [1Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora