Cap. I

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El ruido de los pesados pasos acercándose retumbaba en el lugar, el pulso acelerado golpeando el pecho, zumbando en los oídos del joven que miraba expectante a la vieja madera, con un leve sudor recorriendo sus manos.

El movimiento de la perilla junto a ese sonido rechinando para luego ser escuchado el traqueteo metálico de la llave introduciéndose. Todo se escuchaba perfectamente en ese pequeño lugar.

El agudo sonido molesto que hizo la puerta al ser abierta dejo atrás los nervios para volverse en pánico puro.

El frío viento entro rápidamente llegando al pequeño cuerpo que tembló, sus nervios acallados por un vago pensamiento "Extraño a Seungbae..." uno que le reconfortaba pero no lo suficiente para apaciguar sus temblores.

Aquel hombre a quien no quería ver ingresaba suavemente, dejando que cada paso se marcara con un sonido fuerte.

La sonrisa en su rostro mientras se acercaba lograba perturbarlo de manera aterradora.

Unos brazos estirándose cerca suyo solo para finalizar en un abrazo fuerte que llegaba a lastimarlo pero si deseaba quejarse supo que no era lo mejor.

Su vago olfato percibió rápidamente la alegría en el otro, aún así le parecía extraño la manera en la que su cuerpo ya no deseaba nada, ya no reaccionaba, simplemente ya no era lo mismo.

Una suave voz se filtro en su mente repitiendo "Solo quiero sentir el aroma de Seungbae" un recordatorio de que ya no estaba a su lado, uno que lo lastimaba.

El toque en su cintura logro sacarlo de sus pensamientos solo para ser tumbado en aquella incómoda cama, el rasposo tacto en su cuello lo alerto, besos repartidos mientras el gritaba por dentro.

"No quiero..." Una vez más la vocecilla se escuchaba, quejándose al tacto brusco, pero todo intento de alejar del contrario se detuvo por sus instintos, el peligro palpable le avisa de no moverse.

"Debo ser cuidadoso... No puedo hacerlo enojar, no ahora que estoy preso" sus propios pensamientos acallaron las quejas de la vocecilla que parecía molesta ante lo dicho, bufando rápidamente pero ya no quejándose.

Un par de marcas más en su piel que sentía a la perfección como habían sido hechas le incomodaban ahora.

La cercanía cortada tan rápido como se había presentado para mirar aquellos depredadores ojos, que le causaban un escalofrío ante aquel peligro inminente.

"Tan diferente a Seungbae" la vocecilla volvía a hacer acto de presencia dejándole un mal sabor en la boca, recordando que ya no podía estar seguro en sus brazos.

-¿alguna vez has ido a esquiar? - la pregunta salió de su captor con una sonrisa aligerando su mirada, permitiéndose respirar.

-no... -una respuesta sencilla a lo que quería gritar pero adecuada para no meterse en problemas, provocar una molestia sería aterrador en estos momentos.

-bueno, ahora iremos juntos -la información dada dejando una gran sonrisa mostrando su buen humor, junto a la lejanía que tomó, permitiendo una pequeña libertad de la pequeña prisión en la que se creía.

Paseándose por la pequeña cabaña solo para dejar su mirada fija en el pequeño cuerpo.

-vamos, tengo todo lo necesario en el auto -las palabras sin duda parecían a una suave propuesta pero su ser entendió bien que no lo era, una orden dizfrada con un buen tono.

¿mi alfa un psicópata? Segunda Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora