Capitulo 3

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Garra de Tigre abrió los ojos a una luz gris delgada que se filtraba entre las zarzas. No estaba amaneciendo, pero el aire era cálido y sofocante gracias a los gatos dormidos que lo rodeaban. Moviéndose con cuidado para no molestar a Cara Cortada, quien estaba presionado contra su columna vertebral, Garra de Tigre se levantó y salió de la espesura. El Sendero Atronador estaba en silencio y el bosque olía claro y frondoso. Miró a través de los árboles, reconociendo incluso en la penumbra donde los troncos sostenían las marcas fronterizas del territorio del Clan del Trueno. Sintió que su pelaje empezaba a alzarse mientras imaginaba a Corazón de Fuego acurrucado en la guarida de los guerreros, soñando con la victoria. Duerme tranquilamente mientras puedas, minino casero.

Crujieron las hojas detrás de él y apareció Tocón, sacudiéndose el polvo de su gruesa piel.

⎯ ¿Has visto una patrulla?

⎯ No, es demasiado temprano —  Garra de Tigre se volvió y miró hacia el Sendero Atronador, apenas visible entre los troncos de los árboles — No podemos quedarnos aquí. No queremos llamar la atención del Clan del Trueno, y necesitamos más espacio para la caza. Despierta a los demás. Nos iremos ahora, antes de que comiencen las patrullas del alba — 

Tocón desapareció de nuevo en las zarzas, dejando a Garra de Tigre solo en el bosque donde había nacido. Yo volveré, juró. Pero solo cuando sea lo suficientemente fuerte como para aplastar a Corazón de Fuego y el Clan del Trueno junto con él.

Enredo bostezaba mientras se abría paso fuera de las zarzas, pero en cuanto vio a Garra de Tigre, cerró la boca y levantó la cabeza. — ¿A dónde vamos?

Garra de Tigre movió su cola hacia el Sendero Atronador. — Cruzaremos y bordearemos el borde del Clan de la Sombra hasta que alcancemos la parte salvaje del bosque — 

Rabo Corto parecía alarmado. — ¿Y si una patrulla nos atrapa? ¡No seremos bienvenidos dentro de las fronteras del Clan de la Sombra!

⎯ El sol no ha salido todavía. No habrá patrullas alrededor — maulló Patas Negras.

Garra de Tigre guió a los gatos a través de la larga hierba entre el borde de los árboles y el liso del Sendero Atronador. El río de piedra estaba en silencio, aun apestando a monstruos pero húmedo de rocío, lo que lo hace bastante fresco y agradable para caminar. Los gatos trotaron y se lanzaron a la hierba al otro lado.

Ninguno de ellos dijo una palabra cuando entraron en los pinos que crecían cerca. Garra de Tigre vio el pelaje de Patas Negras en los extremos, y los ojos de Cara Cortada se agrandaron mientras buscaba a los antiguos compañeros de Clan hostiles. Pero los bosques estaban tan silenciosos aquí como lo habían estado al otro lado del Sendero Atronador. Los gatos se deslizaron sin ser molestados a lo largo de las cercas y las paredes de las viviendas Dos Patas hasta que llegaron a una mata enmarañada de árboles antiguos con hojas gruesas y brillantes y flores colgantes de color púrpura y escarlata.

⎯ Esta es la zona más lejana del territorio —  susurró Cara Cortada. — Estos arbustos vinieron de las viviendas de los Dos Patas, y son tan difíciles de atravesar que el Clan de la Sombra los usa como defensa contra la parte salvaje de los bosques — 

⎯ Nos protegerán igual de bien — maulló Garra de Tigre. — Debe haber algún camino a través — 

Patas Negras caminaba a lo largo del pie de las ramas, que caían cerca del suelo — Hay una manera. — murmuró  — Lo logré una vez cuando era aprendiz.

Enredo agitó las orejas. — ¡Tuviste suerte de haber regresado! Quién sabe qué podría haberte pasado en el otro lado — 

Tocón parpadeó. — Son solo más árboles — maulló. — ¿Qué estabas imaginando? ¿Un clan de zorros y tejones, esperando para arrancarte la piel?

La Furia de Garra de Tigre | Novela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora