Capítulo 6

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Garra de Tigre saltó del arbusto y se lanzó sobre la estrecha espalda marrón de Viento Veloz. El guerrero cayó debajo de él como una piedra. Garra de Tigre dejó que sus garras se hundieran en la garganta de Viento Veloz y contuvo un aullido de alegría mientras la sangre brotaba de sus patas. Detrás de él, oyó a Musaraña y Espino alejarse corriendo, sus pisadas se desvanecieron rápidamente en dirección al campamento. 

— ¡Cobardes! —  Escupió Garra de Tigre.

⎯ ¡Pero, Clan Estelar! — Jadeó Bermeja.— ¡Lo has matado!

Garra de Tigre se alejó del cuerpo inmóvil de Viento Veloz. — Debería haber reaccionado más rápido —  maulló.

Cuello Blanco avanzó sobre sus patas temblorosas y bajó la nariz para oler el pelaje de Viento Veloz. — Pero... ¡No esperaba ser atacado! Estaba en una patrulla.

⎯ Un buen guerrero siempre está listo —  gruñó Garra de Tigre. — Ahora, ¿quién me va a ayudar a encontrar a los demás?

Cara Cortada arañó el suelo. — ¿Por qué razón? Hemos traspasado su territorio. ¡Has matado a un guerrero! No queremos arrastrar a nuestros compañeros de clan a una batalla con el Clan del Trueno. ¡Todavía no somos lo suficientemente fuertes para eso!

Garra de Tigre dejó que su pelaje se erice. — ¡Siempre hay una razón para atacar a otro Clan! ¡Más territorio, mejor presa, la oportunidad de demostrar lo fuerte que eres!

⎯ Pero no somos fuertes —  protestó Cicatriz de Rata. — Y no queremos tomar el control del territorio de Clan del Trueno o cazar sus presas.

En la distancia, se oyeron gatos aproximarse velozmente, atravesando la maleza, sin importarle la cantidad de presas que espantaban. Cara Cortada dio un paso adelante. 

— Garra de Tigre, vinimos aquí a cazar, no a pelear. Esta no es una batalla que podamos ganar. Aún no. 

Bermeja movía impacientemente sus patas. — ¡Tenemos que salir de aquí!

Garra de Tigre forzó el pelaje a lo largo de su espina dorsal para que se aplanase. Hazles pensar que es tu decisión de retirarte, no de ellos, advirtió la voz en su cabeza. De lo contrario, esto podría ser la cosa más tonta que hayas hecho. -Bien. Este guerrero,- dio una patada al cuerpo de Viento Veloz el cual se estremeció como una hoja en el viento, -será un mensaje suficientemente claro de que el Clan de la Sombra se está volviendo poderoso otra vez.- Agitó la cola en el momento antes de Cara Cortada, Bermeja y Cicatriz de Rata se lanzaran al gran arbusto y corrió de vuelta al Sendero Atronador. ¡Te di la señal para retirarte! ¡Recuérdalo!

Cuello Blanco se quedó donde estaba, con el hocico enterrado en el todavía cálido pelaje del guerrero muerto. — ¿Vienes? — Gruñó Garra de Tigre. Cuello Blanco no se movió. --Esperando a que lleguen tus amigos del Clan Estelar, ¿verdad?—  Escupió Garra de Tigre. — Sabía que no podía confiar en ti. Entiende esto, Cuello Blanco. No serás bienvenido en el Clan de la Sombra otra vez, lo prometo.

⎯ ¡Aquí vienen! — Gritó Bermeja desde el otro lado de un grupo de helechos. — ¡Dense prisa!

Garra de Tigre levantó la cabeza y olfateó. Debajo de la acidez del Sendero Atronador, detectó a Corazón de Fuego y Tormenta Blanca, acercándose a él rápidamente. Por mucho que deseara quedarse y verlos lamentarse por Viento Veloz, sabía que no podía enfrentarlos a todos. Se dio la vuelta y se deslizó en el arbusto justo cuando Corazón de Fuego golpeaba el claro bajo los árboles.

⎯ ¡Está muerto!—gimió Cuello Blanco.

Garra de Tigre salió del arbusto y arrancó el trayecto a través de los helechos. Frondas frágiles azotaron su piel y picaron sus ojos. Se detuvo, con los flancos agitados, en el borde del Sendero Atronador.

La Furia de Garra de Tigre | Novela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora