Me duele todo y me siento como si me hubiera atropellado un coche varias veces, esto de la resaca es una mierda. Ahora mismo estoy de camino a casa de mi tio y hay demasiada luz para mi, siento que me va a estallar la cabeza en cualquier momento. He despertado en una cama que no era la mía y en cuanto me he dado cuenta he cogido las cosas y me he ido sin despertarle, no me acuerdo ni de su nombre, pobrecito.
La verdad es que no me acuerdo de nada de la fiesta después de mi tercer margarita. Recuerdo haber llegado a la fiesta con mi tío y que nada mas llegar desapareció entre la multitud y me dejo sola cerca de la zona del alcohol gratis, gran error. Después recuerdo que a una mujer embutida como un jamón se le cayo un canapé en el escote y no se lo podía sacar, me dio tanta risa que seguramente me escucharon desde Nebraska y lo ultimo que recuerdo es que un estúpido tropezó conmigo y me tiro su bebida en el preciso vestido que tío Monroe compro para la fiesta, un vestido largo de seda color dorado, que resaltaba mis ojos verdes y recuerdo que le pegue una buena ostia...seguramente hoy tendrá el ojo morado y después... nada. Eso es todo lo que recuerdo, pero por lo que he visto al despertarme ocurrió algo mas durante la noche.
Ahora mi prioridad es llegar a casa antes de que tío Monroe se despierte, darme una ducha y llamar a Estella para contarle lo que me ha pasado.
Intento no hacer ruido al entrar en la casa para no despertar a mi tío, pero es tarde esta despierto esperándome en un sillón.
- Te lo pasaste bien anoche?- me dice mi tío pillándome desprevenida.
- No te creas.
- Por favor dime que al menos usasteis protección- me dice casi con una suplica.
- Si asi te quedas mas tranquilo... Vale. He usado. Por cierto has estado toda la noche esperándome en el sillón? Eso es penoso.
- No me he pasado aquí toda la noche, también he dormido.
- Ya!- digo entrecerrando los ojos- Tengo hambre. Que hay de comer?- digo acercándome a la nevera.
- Coge lo que quieras.
- Amorcito!!!!- es una voz que viene desde arriba de las escaleras y de repente veo bajar a una chica de pelo corto rubio, muy alta y buen tipo, seguro que es una modelo.
En eso veo como Monroe se queda blanco, seguro que ni se acordaba de ella.
- Carinyo, me dijiste hace media hora que enseguida subías?- dice la rubia ya cerca de mi tío al cual da un beso y yo siento ganas de vomitar- Quien es?-dice mirándome a mi por primera vez.
- Su ligue de la tarde- digo yo abrazando a mi tío y dándole un beso en la mejilla.
-Jajaja, muy graciosa Daphne- dice mi tío con una sonrisa nerviosa- Es mi sobrina, es muy chistosa ella.- a lo que yo fuerzo una sonrisa muy falsa.
- Ohh! Encantada. Yo soy Charlie.
- Hola- digo cogiendo una manzana del cesto de la fruta.
Después de unos momentos incómodos en los que nadie hablaba, como me aburría me despedí y subí a la habitación darme una ducha.
La ducha fue bastante larga creo que duro mas de media hora y es que necesitaba urgentemente quitarme la peste a alcohol.
Ahora estoy tumbada en mi cama, con mi portátil jugando al Candy Crush, cuando me llega una videollamada por Skype.
- Holaa Daph.
- Hola Estella.
Estella es mi mejor amiga desde los diez anyos. Ella es todo lo contrario a mi, nunca a roto un plato, es una niña buena. Viene de familia muy religiosa y a sus padres no les hace mucha gracia que se junte conmigo ya que soy mala influencia por lo que cuando me marche hicieron una fiesta, literalmente ellos organizaron mi fiesta de despedida.