Las piedras negras

Capitulo 1

Colgué el teléfono y me quede en silencio, acababa de hablar con m i mejor amigo y el, después de varios rodeos y a regañadientes, me había confirmado lo que temía. Cerré los ojos mientras una lagrima se escapaba, dolor e ira recorrían mi cuerpo, apreté el puño y sentí la sensación de querer salir corriendo. Cogí las llaves y el casco de la moto para salir a toda prisa, me cruce con mi madre bajando las escaleras quien me saludo de forma efusiva, pero pase de largo pues lo único que quería es que no me vea llorar, cuanto me arrepiento de ello, jamás volví a verla. Me puse el casco incluso antes de sacar la moto y le baje la visera, no quería que nadie me vea así. No sabia a donde ir, solo me fui al norte, use la carretera que va por la costa y pasada mas de dos horas llegue donde habían mas fabricas que casas. La pista estaba en buen estado y la motocicleta corría suave y ligera, lo mismo sucedía con mis lagrimas. Poco a poco me iba calmando, las lagrimas habían cesado y comenzaba a sentirme mejor, ya estaba bastante lejos y cada kilometro que avanzaba tendría que volver a pasarlo al regresar. El caos en mi cabeza se iba ordenando, pero el dolor y la tristeza no se iban. Ella lo era todo, pero ahora tenia que ser nada, no importa cuanto me costaría olvidarla, lo tenia que hacer, duela lo que duela. Quien soy yo se preguntaran, pues mi nombre es Mario Robles y esta es mi historia pues es justo ahora donde empieza todo. 

Fue de improviso, sin ninguna advertencia, yo venia manejando aun en dirección norte paro ya tenia intención de volver pues estaba buscando donde poder dar vuelta en U. De pronto a aparecer piedras en la pista y no eran pequeñas, tenían el tamaño de un  huevo al menos, aunque menos ovaladas, perfectamente simétricas y de un solido color negro brillante. Rápidamente me di cuenta de que caían del cielo, pues un par cayeron a centímetros mío mientras yo bajaba drásticamente la velocidad. Un fuerte golpe sacudió mi casco, asustándome de muerte, si no llevara puesto hubiera sido el final para mi. Tenia que ir a cubierto o lo lamentaría, pues si me caía una al cuerpo ya me podía imaginar lo que dolería. A la derecha ubique una fabrica cuyo cobertizo me daría cobijo mientras esperaría que pase, no tarde en llegar, que extraño era ver caer piedras del cielo, cual lluvia, pero habían mas cosas que lo hacían mas bizarro aun, pues por ninguna se había roto mas bien rompían los objetos con los que impactaban, ¿de que material estarían echas?, ahora claro, estaba la pregunta de ¿Qué son? ¿de donde caen? ¿Por que? yo entiendo por que cae lluvia o nieve, pero me cuesta entender una lluvia de piedras, si es que eso es posible. Recuerdo alguna vez ver un video sobre los meteoritos, pero estos son irregulares y no caen tantos al mismo tiempo. Mientras pensaba apague la moto, pues ya se merecía un descanso y en vano la tenia prendida, inmediatamente escuche un pitido que aprecia venir de todas partes, pero no le preste demasiada atención pues sentí que mi celular quemaba, hasta el punto de tener que sacarlo de mi bolsillo, estaba tan caliente que ni siquiera pude sostenerlo y termine dejándolo caer. Mientras me maldecía por tirar mi celular al suelo este exploto. Me refiero a que literalmente exploto, hasta sonó como los cohetes navideños, ya ni intente recogerlo pues obviamente estaba destruido. No fue lo único que exploto, por todos lados se escuchaban explosiones, un par fueron fuertes y me provocaron un subidón de adrenalina por el susto, la mayoría fueron mas suaves. Las explosiones siguieron por al menos un par de minutos, yo me sentía mareado y el vendito pitido que no se iba. Un coche paso a toda velocidad a escasos centímetros de mi, el parabrisas y la luna trasera estaban completamente rotas, no pude ver quien estaba adentro pues siguió de largo y sin bajar la velocidad. La lluvia de piedras paro, así que regrese a la moto con intención de volver, estaba muy confundido, note que no me había quitado el casco y me pregunte que tan fuerte se hubieran escuchado las explosiones si no lo tuviera. Ahora que lo pienso, gracias a dios no me lo quite, sino no estaría escribiendo esto. Bueno hasta aquí escribo por hoy, mañana continuamos.