—¿Eh? ¿Dónde estoy? —Esas fueron las primeras palabras que dijo Isaac cuando se despertó en una habitación con paredes amarillas. Isaac se levantó del suelo, no recordaba nada, sólo recordaba su nombre y su edad. Isaac es un chico de 19 años, pelo castaño, ojos oscuros y delgado. El chico estaba desorientado, ¿Qué era aquel lugar?
Isaac avanzo por los pasillos, con miedo, pues ese lugar era aterrador, su ambiente era muy tenso, demasiado tenso. Isaac siguió avanzando, con la esperanza de encontrarse a alguien. Llegó a un pasillo que se le hacía conocido, cómo si ya hubiera estado allí. No le dió importancia y siguió avanzando.
Isaac calculaba que ya llevaba media hora en ese lugar, y aún no encontraba a nadie. Las tripas le rugen, no había desayunado, o cenado, o almorzado. Ese no era su mayor problema, el problema era salir de ahí. Isaac, con la esperanza de encontrar a alguien, se puso a correr y a gritar: —¡Hola! ¿¡Hay alguien por ahí!? ¡Me llamo Isaac!
Corrió y corrió, pero no obtuvo respuesta, estaba exhausto, había corrido por 5 minutos, vaya que no estaba acostumbrado a correr mucho. Espera, ¿Qué no ya estuve aquí? No, eso no podría estar pasando. Claro que no. —repetía Isaac en su mente.
Pasaron unos cuántos minutos, e Isaac se dió cuenta de que estaba andando en círculos. Escuchó un ruido extraño atrás de él, ¿Acaso no estaba solo? Él empezó a gritar y a correr, ¡Había alguien! No se iba a volver loco, o eso pensaba él. Cuándo llegó a dónde provenía el ruido, no había nadie. Volvió a escuchar el ruido a un costado de él, corrió y empezó a gritar. Pero de nuevo, no había nadie, él empezó a perder la esperanza, se puso triste, todo había sido producto de su imaginación, ¡Se había vuelto loco! Se acostó en el suelo, y sin darse cuenta, cerro los ojos y se durmió.
Isaac despertó asustado, había tenido un mal sueño, estaba en un laberinto amarillo y....
No había sido un sueño. —¡Demonios!
Isaac escucho un ruido a lo lejos, pero no se molestó el seguirlo, empezó a buscar una salida, está vez iba a ir por la izquierda, y así lo hizo. Iba de pasillo en pasillo cantando; ♪a la izquierda siempre iré♪ Vaya que estaba delirando.
De repente, Isaac sintió que algo paso detrás suyo. —¿Hola?
Meh, de seguro fue producto de su imaginación, volvió la mirada hacia adelante y...
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Holaaa! :D espero que les haya gustado está primera parte, haré más episodios si es que le gusta la serie. Me harían un gran favor dándole a la estrellita, y comentando sugerencias. Chaoo!
