Capítulo 12

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Cambio 


«Te prometo que volverás a verme el lunes en una pieza»

Ya era martes y Jimin no había visto a Yoongi, a pesar de las promesas de este. Le prometió que se volverían a ver el lunes y le prometió no volver a alejarse. Esas promesas aún no se cumplían.

Sin embargo, lejos de sentirse traicionado o decepcionado, Jimin solo podía sentir preocupación al pensar en el peli-negro.

Hoseok le dijo que Yoongi estaba bien, que no debía preocuparse, pero Jimin notó preocupación en sus palabras, y su mirada tortuosa al momento de hablar, simplemente le confirmaron que algo andaba mal con Yoongi.

Jimin no lo conocía en absoluto, pero no era necesario para darse cuenta que Yoongi no era feliz, lo supo desde el primer momento que le vio, cuando tropezó con él en la calle, ese día estaba enojado. Después, cuando lo veía de reojo por donde se lo topara, Yoongi siempre tenia una mirada triste, apagada, cansada. Su actitud era arisca, no le gustaba socializar, a veces parecía enojado, como si quisiera matar con la mirada. Luego, cuando lo vio sonreír por primera vez, encontró con que su sonrisa era hermosa, le cambiaba la cara, y en ella solo había felicidad, gracia, desde ese momento, Jimin deseó ver esa sonrisa todos los días, pero pese a sus intentos de animar al chico, Jimin nunca lo lograba.

La ultima vez que le vio, Yoongi prometió que estaría bien, pero hasta ese momento, Jimin seguía sin saber de él. Y se frustraba porque no tenia como contactarlo.

Eran cerca de las seis de la tarde, Jimin tenía las manos metidas en las bolsas del delantal, se encontraba de pie cerca del enorme ventanal de Neverland, con la esperanza de ver pasar a Yoongi por ahí.

Ese día, Taehyung no estaba ahí, pues apenas salieron de clases, él y Jungkook fueron a la casa del azabache, Tae le había dicho que lo ayudaría a "estudiar".

En su lugar estaba Taemin, quien después de dos semanas, ya se sentía recuperado y con total energía para volver a su negocio. Jimin intentó convencerlo de quedarse tal vez una semana más, pero Taemin insistió en regresar, y bueno, el estado de Jimin y el cansancio que sentía, decidieron que lo dejarían volver.

El día estaba tranquilo, no tenían mucho trabajo y, por tanto, Taemin se permitió observar a Jimin, quien desde que llegó de la escuela, no podía apartar los ojos de la ventana, aun si estaba haciendo algo, siempre se mantenía atento a cada persona que pasaba por ahí.

—¿Esperas a alguien? —pregunto al fin detrás del rubio. Este se sobresaltó al oír la repentina pregunta de su hermano, aun así, se volteó para encararlo. Taemin le miró con una ceja levantada y los brazos cruzados.

—No—suspiró el más joven, comenzaba a rendirse, a desesperarse.

Taemin lo conocía como la palma de su mano. Algo le preocupaba a su hermano, lo sabia hace mucho tiempo. Pacientemente había esperado para que Jimin le contara su pesar por si solo, semanas pasaron y todo parecía igual, el chico no tenia ni la más mínima intención de hablar y eso de cierta manera, hacía que Taemin se sintiera mal, porque entonces, eso significaba que no había confianza entre ellos, y lo odiaba, odiaba sentirse así, porque entonces, ¿dónde quedaron las promesas y el apoyo incondicional de hermanos? ¿acaso estaba fallando como hermano mayor? Taemin no estaba dispuesto a seguir viendo a Jimin así, no si él podía hacer algo.

—Entonces, ¿está yendo todo bien?

Jimin procuró mostrar su mejor sonrisa. Era falsa, no podía engañar a nadie con ella, pero lo intentó y ni siquiera sabía por qué.

Neverland (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora