Cada mil años, la llave de Tengen es otorgada a la sacerdotisa principal del templo Jujutsu, la cual decide a quien entregar dicha llave, ya sea a la legión de los ángeles o la de los demonios, dictaminando mil años de buena o mala suerte para los h...
Así como el cap pasado las puertas tuvieron cierto protagonismo, el huevo lo será en esta ocasión. Ja, ja, ja.
Espero que sea de su agrado.
Muchas gracias por su apoyo, personitas cracks!!!
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Al día siguiente de haber pactado el acuerdo con el ángel, Gojo Satoru, y el demonio, Suguru Geto.
Muy temprano. Dentro de la habitación de la joven sacerdotisa; un lugar con piso de tatami y puertas de papel, sonaba un despertador indicando que ya eran las ocho de la mañana. Adormilada, y aún con el rostro bajo las cobijas, la joven pelinegra tentaba con su mano el lugar donde había dejado dicho objeto.
Con suavidad, Utahime pasó sus dedos en el suelo por fuera de la colchoneta para encontrar al verdugo de sus sueños; sin embargo, al desplazar su mano más a la derecha, Utahime sintió algo muy extraño cerca de ella. Era muy suave y tenía unos bordes bastante delgados.
Al reconocer que ella no tenía algo así en su habitación, Utahime se levantó de golpe, apartando las cobijas de la colchoneta, dándose cuenta de que el ángel Gojo Satoru y el demonio Suguru Geto estaban recostados junto a ella. Uno a su lado derecho y otro a su lado izquierdo.
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-¿Pero, qué...? -musitó Utahime, atónita.
-Buenos días, sacerdotisa -saludó Satoru, con una plácida sonrisa y sus lentes algo desajustados.
-Esperamos que haya tenido un agradable descanso -agregó Suguru, con el mismo tono de voz cautivador, besando la mano de Utahime.
-¡¿Qué rayos están haciendo aquí?! ¿Quién les dio permiso de entrar? -reprochó Utahime, empezando a golpearlos con su almohada-.Salgan de aquí... ¡Ahora! ¡Fuera, fuera, fuera!
